Dos jóvenes de Salamón luchan por conservar los restos de la antigua Ermita de Roblo

Dos jóvenes de Salamón luchan por conservar los restos de la antigua Ermita de Roblo.

Podría tratarse de una de las construcciones más antiguas de la provincia y único vestigio del antiquísimo pueblo de Roblo, desparecido en el siglo XVI.

Dos jóvenes de Salamón, en el municipio de Crémenes, llevan desde el pasado verano tratando de recuperar y conservar la antigua y original Ermita de Roblo. Sus restos se encuentran en la carretera que sube hacia Salamón y llevan abandonados, "comido" por la naturaleza, desde que se construyera la actual Ermita, en 1957, al otro lado del río.

Lo más sorprendente es que, gracias a sus pesquisas, han descubierto que podría tratarse de una de las construcciones más antiguas de la provincia y es, sin duda, el único vestigio visible del antiquísimo pueblo de Roblo, de origen medieval y desaparecido a finales del siglo XVI. "Hemos hablado con el historiador Siro Sanz y por lo enterrados que se encuentran sus cimientos debe ser una de las más antiguas de la Montaña Leonesa", explican. 

La vieja Ermita quedó abandonada hace más de 65 años cuando se construyó la actual, porque el camino era más complicado y obligaba a cruzar el río, para acceder a ella, a todos los devotos de Salamón, Valbuena del Roblo y Las Salas que acudían en romería. Ahora, continúan con la tradición y cada 15 de septiembre portan tres imágenes de la Virgen hasta el nuevo templo, levantado en 1957, para honrar a la patrona de los tres pueblos, la Virgen de Roblo. 

Según han podido saber estos jóvenes, la antigua no se conservó porque "se cogieron piedras para la nueva y para una casa, quedaron solo los cimientos". Por ello, dentro de lo poco que pueden hacer, se han volcado en la limpieza de los restos, que tras el abandono se encontraban llenos de salgueras y zarzas. 

Una vez que han podido retirar la vegetación, consideran que sería una buena iniciativa que desde las instituciones, bien sean las Juntas vecinales de las localidades, que tanto tiempo peregrinaron hasta su puerta, o el propio Ayuntamiento, se trabaje en la consolidación de los muros y la limpieza de las piedras para que no se pierda este patrimonio histórico.

"También hemos visto lo que creemos que pudieran ser los cimientos de alguna edificación del antiguo pueblo de Roblo, que sumado a la recuperación de la Ermita y su señalización, se podría musealizar y convertirlo en un activo turístico para la zona", detallan. 

Sobre todo, porque podría tratarse, probablemente, de una de las construcciones más antiguas de la Montaña Leonesa e incluso de la provincia, ya que sus medidas y características, que han abordado con el historiador leonés Siro Sanz, coinciden con otras Ermitas de gran antigüedad. Además, en el municipio se cree que este templo era la Iglesia del pueblo de Roblo, con origen en la Edad Media y desaparecido a finales del siglo XVI, que se situaba por encima de ella. Por tanto, podríamos hablar de más de 500 años de historia la que guardan sus piedras. 

Como se puede apreciar en los restos, el templo tiene la tradicional orientación este-oeste y contó con un cementerio en la cara norte. "Reúne la misma orientación y mismas dimensiones que otras Ermitas arcaicas de la Montaña Oriental Leonesa, que tienen por el lateral un banco de piedra. Además está muy enterrada en el suelo, había que bajar unas escaleras para entrar", cuentan.

La localidad que levantó la vieja Ermita de Roblo se denominaba de la misma manera, Roblo, y era de origen medieval. Según el libro 'Un viaje histórico por el Alto Esla' de Julio de Prado, ya se mecionaba en un documento de 1189 que realizó Doña Urraca y todavía en 1468 continuaba poblado, puesto que se mecionaba en el códice Becerro de Presentaciones. Pero en 1580 Roblo ya había perdido a sus pobladores, y se reflejaba en el Archivo Diocesano como ermita.

Al desaparecer, su territorio se convirtió en terreno mixto de Salamón, Las Salas y Valbuena, por lo que tradicionalmente se han considerado como copropietarios de la ermita y de la devoción a la Virgen de Roblo. En la actualidad, de igual manera que han conservado la tradicional romería que acoge la nueva Ermita de Roblo, está en manos de estos mismos pueblos luchar para que no se pierda en el olvido la existencia del pueblo y de su antigua Ermita, que de no ser por dos jóvenes, pronto hubiera desaparecido entre la espesura de la vegetación.

Fuente: Diario de Valderrueda

Fotografía: DDV