¿Cómo funcionan realmente los paneles solares?
Mucho se ha hablado sobre empresas como AC Fotovoltaica, encargadas de ofrecer el servicio de instalación de paneles solares y todos sus beneficios. En la actualidad, aunque el porcentaje de utilización de este tipo de energía en relación con las demás sea bajo, la mayoría saben de qué se trata todo esto.
Sin embargo, ¿saben realmente cómo funciona? Porque más allá de “hace electricidad del sol” hay un proceso tan complejo como interesante. Y es indispensable conocerlo para entender por qué muchos la llaman “la energía del futuro”. Con base en ello, aquí está el funcionamiento de las placas solares.
Conformación del panel solar por células
El concepto de “energía solar” siempre ha ido de la mano con el de placas o paneles solares. Siendo así, para poder entender cómo se produce dicha energía, es necesario entender de qué va todo esto de las placas solares.
Dentro de los paneles solares se ubican las “células solares”, también conocidas como celdas solares o células fotovoltaicas. Son pequeñas estructuras de usualmente 10 cm cuadrados, se disponen una al lado de la otra a lo largo de todo el panel para conformarlo.
Las células usualmente están creadas con Silicio Mono o Policristalino, y aunque el primero sea más popular por su mejor capacidad de trabajo, tiene también un proceso de elaboración más complejo. Por ello, sus precios pueden ser ligeramente más elevados.
De ese modo, depende del fabricante y del cliente con qué tipo de material trabajan. Unas empresas ofrecen ambos, y otras uno solo. Las células, por su parte, al estar conectadas a una carga y al mismo tiempo recibir la luz del sol, empieza a generar una diferencia de potencial en ella.
Con la diferencia de potencial, circula carga entre ambos extremos de la célula y se genera el efecto fotovoltaico. Básicamente, el proceso principal para llevar a cabola transformación de la luz solar a energía eléctrica.
Al estar muchas de ellas dispuestas alrededor de todo el panel solar, se genera una carga eléctrica suficiente para alimentar una casa, un local o cualquier sitio donde se realice la instalación. Claro está, mientras más consumo eléctrico se requiera, más células debe tener el panel y, por ende, más grande será.
Después, es necesaria la transformación, la energía
Todo el proceso mencionado con anterioridad, permite a las células generar carga eléctrica a través de la liberación de electrones. Sin embargo, la corriente producida de esta manera es la continua, y aunque es funcional en muchos casos, no lo es para alimentar una casa u otro lugar.
Por eso, en la instalación, además de los paneles solares, se utiliza un inversor de voltaje. Es un dispositivo capaz de cambiar la corriente continua a la corriente alterna. Al ser transformada, es distribuida a todos los dispositivos electrónicos donde sea necesaria.
En ocasiones, la corriente continua es almacenada en baterías antes de ser convertida a la alterna; nuevamente, depende del fabricante y la empresa encargada de instalarlo. Sin dudas, se trata de un proceso complejo y eficiente.