Tizona, una mastina de campeonato
Tizona, una mastina de campeonato.
Esta perra, criada en Las Salas, en el municipio de Crémenes, se ha llevado el triunfo en el Campeonato de Asturias y promete alzarse también con el de León.
Solo hay que ver la imponente imagen de Tizona de la Vicheriza, una mastina criada en Las Salas, en plena Montaña Oriental Leonesa. Sus 80 kilos de peso no dejan a nadie indiferente, sumado a su línea genética antigua y a su buena estructura, la convierten en un ejemplar único de Mastín Español. Y ahora, también en un mastina de campeonato, que ha logrado alzarse ganadora del Concurso de la Asociación Asturiana del Mastín Español (ASAME), uno de los campeonatos más importantes de España.
El criador de los mastines de Vegalión, Javier Carril, es su dueño y explica que esta perra también promete convertirse en la ganadora del Campeonato de León, puesto que va primera en el ranking, aunque todavía quedan concursos por delante para puntuar. "Está considerada una de las mejores mastinas a nivel nacional", afirma Carril.
Tras su participación en el concurso de Veguellina de Órbigo, celebrado el pasado 30 de julio, Tizona ha demostrado su valía como ejemplar a sus 5 años, momento de máximo esplendor de esta raza, que suele desarrollarse con mayor lentitud. Ha sido criada en Las Salas, en el municipio de Crémenes y destaca por sus buenas angulaciones, su mordida perfecta en tijera, su cabeza proporcionada y su buena estructura.
Su línea genética es antigua, con mucha tipicidad y rusticidad, y sus crías están muy demandadas por la escasez de ejemplares con esta genética. De hecho, algunos de sus cachorros han cruzado la frontera hasta Estados Unidos o Alemania. En su día a día, convive con otros 12 mastines y con el ganado, demostrando un carácter protector pero muy equilibrado.
Esta mastina de Vegalión, como ya hemos dicho, es un ejemplar de campeonato, que seguirá llevando a lo más alto la raza del Mastín Español y cosechando éxitos con su espectacular y majestuosa figura.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Javier Carril, Mastines de Vegalión