Descubre qué tipos de crowdlending existen
Dentro de las múltiples opciones de inversión existentes, el crowdlending ha ido ganando fuerza entre los inversores. Pensado como un préstamo por parte de un grupo de individuos, sus variadas modalidades ofrecen muchas posibilidades tanto a particulares como a negocios.
Una inversión alternativa
Invertir está a la orden del día. Desde las criptomonedas y hasta los fondos de inversión, los inversores no dejan de buscar nichos de mercado donde incrementar su capital. Un ecosistema en el que, recientemente, ha ido tomando mayor poder y consistencia el llamado crowdlending. Una inversión alternativa donde un grupo de personas presta cierta cantidad de dinero obteniendo beneficios gracias al tipo de interés.
Como bien detalla el blog especializado en la temática TodoCrowdlending, esta modalidad de inversión no sólo resulta muy ventajosa, sino que también goza de una gran variedad de tipologías. Esto es debido a su independencia de los sistemas bancarios convencionales, hecho que otorga no sólo mayores posibilidades, si no que democratiza el sector financiero. Y es que, sin duda, las modalidades del crowdlending se adaptan a todo tipo de usuarios.
Préstamos P2P y P2B
En una primera opción de crowdlending, encontramos el préstamo entre particulares. Llamado P2P —del inglés peer to peer, de igual a igual—, éste se desarrolla como un préstamo corriente. Y, a pesar de sus riesgos —muy a tener en cuenta la solvencia del solicitante—, goza de una a priori gran rentabilidad respecto a otras tipologías.
Por otra parte, el P2B —del inglés peer to business— es un préstamo que se realiza para financiar un proyecto o una empresa. Siendo muy ventajosa para la empresa, en este caso el particular presta el dinero a un negocio con mayor tranquilidad. Ya que habrá mayor solidez en el trato gracias a la existencia y seriedad de una empresa.
Crowdfunding inmobiliario
Accediendo al sector de la vivienda hallamos una de las modalidades de crowdlending que más ha prosperado el último tiempo. Basándose en la adquisición de propiedades entre diversos inversores, el crowdfunding inmobiliario puede tener distintos objetivos, aunque su resorte principal sea el de rentabilizar la compra de un inmueble.
Una de las opciones es la de sacar partido de la compra esperando una revalorización del precio de la vivienda, tanto a medio como a largo plazo. Aunque, en otros casos, también se estila la obtención de ingresos mensuales por el alquiler de la misma, cuya cifra se repartiría, en ambos casos, entre todos los inversores.
Crowdinvesting
Guardando ciertas similitudes con la inversión en bolsa, esta modalidad está enfocada como una financiación participativa en proyectos o negocios. Bajo la certeza de una alta rentabilidad, el crowdinvesting se centra especialmente en startups o empresas muy prometedoras que estén empezando, pero no dispongan de mucho capital.
En esta modalidad, los inversores obtienen participaciones en el capital del negocio a cambio de haberles prestado el dinero que necesitan. De este modo, los inversores -si todo va bien- podrán generar rentabilidad a medida que pase el tiempo. Especialmente, gracias al combustible económico que habrán brindado a dichas empresas.
Crowdfactoring
El crowdfactoring aparece como una variante más segura de los préstamos P2B. En este caso, la ecuación sigue siendo la misma: un particular presta una cierta cantidad de dinero a una empresa o negocio. Sin embargo, la diferencia radica en que, en este caso, con una garantía de los derechos de cobro gracias a la existencia de pagarés.
Los inversores, por lo tanto, adquieren pagarés con descuento o facturas en un sistema con tres actores: la empresa que emite el pagaré, la empresa que la recibe y los inversores. Por lo que, si la empresa receptora no puede devolver la cuantía, podremos reclamar y recibir el dinero mediante la empresa emisora.
Crowdequity
También llamado crowdfunding de inversión, esta modalidad se sirve de la financiación de una empresa emergente mediante la compra de sus acciones. Es decir, en este caso los inversores se convierten en accionistas de la compañía en cuestión. Razón por la que su rentabilidad podría multiplicar el capital invertido si sabemos escoger.
En ese sentido, cabe decir que existe el riesgo de que la startup, dada su viabilidad aún bajo prueba, no alcance sus objetivos. Es por eso que el crowdequity se considera una inversión a largo plazo, ya que deberemos aguardar a la revalorización de las acciones para poder sacar partido de la inversión.
Crowdlending garantizado
En un terreno de mayor seguridad, y como bien su nombre indica, el crowdlending de corte garantizado se lleva a cabo mediante plataformas que aseguran el capital y los intereses en caso de fallida. Como contrapartida, el tipo de interés suele ser bajo, sin llegar a superar el 2’5%.
No obstante, será necesario indagar bien en las plataformas a las que acudir. Dado que el retorno puede ser íntegro o parcial, dependiendo de la cobertura que éstas brinden a los inversores. Razón por la que, pese a sus ventajas, el acceso a esta modalidad de crowdlending debe sopesarse bien.