El puente tibetano más largo de España ya está terminado en Sabero

El puente tibetano más largo de España ya está terminado en Sabero.

El Valle minero estrenará este verano una espectacular vía ferrata cuyo principal atractivo será el puente de 110 metros de largo del que disfrutar de unas inmejorables vistas de la Montaña Oriental.

Esta prevista que la obra esté completa para finales de junio.

Este verano la Montaña Oriental Leonesa tendrá una nueva atracción turística que dará mucho que hablar. Será a finales del mes de junio cuando el Ayuntamiento de Sabero espera tener finalizada la obra de su vía ferrata. 

LAS MEJORES IMÁGENES DEL PUENTE TIBETANO

Un intinerario que contará con el puente tibetano más largo de España, cuya construcción finalizó en el día de ayer y que alcanza los 110 metros de longitud. 

Este puente tibetano es una estructura con cinco cables de acero tensado en la que dos cumplen la función de pasamanos, otros dos inferiores soportan numerosas plataformas para poder avanzar, y el quinto, en la parte superior, es la línea de vida, en la que irán enganchados los mosquetones de los aventureros.

Los avances de la obra, de la que se encarga la empresa cántabra Alpine Project, también comprenden una parte de la vía equipada ya con peldaños. Para terminar quedaría la instalación de la línea de vida, que acompaña todo el recorrido con el fin de ofrecer seguridad a todos aquellos que la visiten.

Por otro lado, según explica José María Escapa, teniente alcalde del Ayuntamiento de Sabero, "una vez que se termine la obra de la vía, se habilitará un aparcamiento". De esta forma, se espera que esta nueva atracción turística de la Montaña Oriental esté en funcionamiento para finales del mes de junio. 

Escapa señala también otro de los grandes atractivos que tendrá la vía ferrata de Sabero, "en el transcurso de la vía se va a pasar por una cueva que hay en la pared de la montaña". De esta manera, se prevee que el recorrido alcance una dificultad de nivel K4, dentro de la escala que se utiliza para medir este tipo de recorridos que va del nivel K1(fácil) al K6 (extremadamente difícil). "En algún tramo es posible que se alcance el nivel K5, pero se están preparando alternativas sencillas para que la gente pueda realizarla igualmente", explica el teniente alcalde.

El acceso a este recorrido será libre, "nuestra idea es que esté abierta para que cualquiera pueda hacerla, cuanta más gente venga, mejor, ese es nuestro objetivo. Pero sí se llevará un control, sobre todo en los meses de verano, a través de una página web en la que habrá que inscribirse para que no se sature", afirma Escapa. Además, aquellas empresas que quieran ofrecer esta experiencia a sus clientes tendrán también la posibilidad de inscribirse para reservar fecha y hora.

Las vías ferratas ponen al alcance de muchos aventureros itinerarios que se encuentran a caballo entre el senderismo y la escalada. En el caso de Sabero, está situada en el cordal calizo sur del Río Horcado, uniendo cotas de entre 1.295 y 1263 metros. El inicio del recorrido será la base de la antigua escombrera de la mina; tras 10 minutos caminando se llega a la zona donde da comienzo un itinerario que tiene una distancia de unos 400 metros y que se prevee que alcance una duración de tres horas.

La primera parte discurre bajo la arista, buscando de forma natural viras y pasos aéreos que ofrece el tipo de roca. Los primeros gendarmes dan juego para instalar pasos de cadena, tipo puente de mono, que a la vez de implicar aventura proporcionan seguridad a los usuarios.

En el segundo tramo y descenso nos encontramos con el gran puente tibetano de 110 metros de largo sobre la canal. Un puente que además ofrece unas impresionantes vistas de todo el Valle de Sabero. Tras él, habrá una bifurcación que permite seguir con el mismo nivel de dificultad o tomar una variante de más complicación técnica. Ambos recorridos terminan en el lado que da al valle de Valdehüida, compartiendo el descenso que se realiza por la canal bajo el puente.

Fuente: Diario de Valderrueda

Fotografía: Vía Ferrata y Puente Tibetano - José María Escapa