La Santiaguina, ruta de autor en los Picos de Europa

La Santiaguina, ruta de autor en los Picos de Europa.

De la mano de Isidoro Rodríguez Cubillas, un homenaje a la altura del montañero Santiago Morán.

Paso tranquilo, acompasado, sin prisa pero sin pausa, sin estridencias…, y sobre todo con mirada inquisidora, observando siempre un horizonte lejano, en dirección a lo más alto, pero escudriñando los mas pequeños resquicios para que nada se le escapara. Ésta era la forma de caminar de Santiago Morán Garrido, siempre en busca de algo nuevo: una perdida vereda o un collado ignoto, aunque yendo con un paso por delante de donde caminaba.

Fueron varios los caminos que recorrimos juntos, tanto en el macizo occidental por Vegabaño, vega Huerta, Torre Santa, vega Redonda, la canal de Mesones o la de Capozo, el Jultayu desde Caín por Oliseda, la canal de Trea o el Cares, así como en el Central por Mueño, la Traviesa de Arria, la vega de Liordes, el Collado Jermoso, el Llambrión, los Tiros de Casares, los Horcados Rojos, o el Naranjo de Bulnes entre otras muchas actividades.

En cierta ocasión, hace muchos años comentábamos, sentados en las apacibles praderas de vega Huerta, observados por la impresionante mole de la pared sur de Torre Santa, y a la vista del lejano Torre Cerredo, la cantidad de montañas que había en los Picos de Europa, miráramos para donde miráramos, y el elevado número de recorridos que se podían hacer de todas las dificultades, dureza y compromiso. Unos años atrás había cumplido uno de sus mas deseados sueños subiendo, conmigo y con grupo numeroso de amigos, a la cumbre mas alta y hermosa del Cornión. Desde allí le había indicado como, semioculta entre otras montañas, asomaba con timidez la cresta cimera del Naranjo de Bulnes, y le propuse que subiera conmigo al rey de los Urrieles. Él me manifestó que no era escalador, y ante la verticalidad de la pared sur, donde estaba el itinerario elegido para llevar a cabo la escalada, la vía de los Hermanos Martínez, tendría problemas, agravados por la poca fuerza que tenía en uno de sus pies. Pero Santiago no se arredraba ante nada, y ante mi insistencia nos pondríamos manos a la obra poco tiempo después, consiguiendo de esta manera dar cumplida respuesta a otro de sus anhelados deseos: subir al Picu Urriellu.

Santiago durante muchos años recorría anualmente un largo itinerario, no demasiado común, consistente en salir del puerto de Panderruedas para, una vez llegado a la collada de Dobres, continuar hacia el Frade y ascender la canal del Perro, y desde aquí, por el camino del Burro, llegar a Vega Huerta, bordeando a continuación la larga cresta oriental de Torre Santa, para mas tarde, por los puertos de Cuba, iniciar el alocado descenso de la canal de Mesones que le conducía a su querido Caín, la patria de su admirado Cainejo.

Esta notable actividad la solía hacer con regularidad el 25 de julio, festividad de Santiago, para conmemorar de esta manera su onomástica, y por eso algunos de sus amigos, que en ocasiones le acompañaron, dieron, con acierto, en denominarla de esta manera: La Santiaguina. Por ello, querido lector, cuando hagas esta actividad, sobre todo después de leer este relato, seguro que tendrán un emocionado recuerdo sobre los pasos del infatigable Santiago Morán.

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:

Se parte de las praderas del puerto de Panderruedas (1.450 m) y, siguiendo hacia el norte el señalizado camino que se interna en el bosque, alcanzamos el mirador de Piedrashitas, caminando debajo del Camborisco (1876 m).

            Desde el mirador continuamos por una estrecha senda que comienza descendiendo para luego alternar entre cortas subidas y bajadas y llegar a un terreno despejado en un pequeño valle, cabecera del río Guayes, teniendo en este punto que girar a la izquierda, oeste, subiendo al collado Viejo (1.638 m) desde el que, por una loma ascenderemos a las inmediaciones de la Cerra del Centenal (1.768 m), que dejamos a la derecha, orientando nuestros pasos hacia el norte.

            El camino prosigue, siempre en dirección norte, con alguna bajada y un último ascenso, hasta la collada Blanca (1.756 m).

Tenemos que descender, por terreno despejado, orientando nuestros pasos en dirección NE hasta dejar la senda que a la izquierda se dirige a Vegabaño para desviarnos a la derecha y alcanzar, después de una corta subida, la horcada de Dobres (1.553 m), y siguiendo desde aquí por la loma al cercano collado de Escobaloso (1.550 m).

            Ahora la senda se va, siempre al NE, por la parte derecha de la cresta que conduce al Abedular (1.710 m) y que, pasando por encima de la Rebeyada y las Dorniellas, que nos quedarán a la derecha y mas abajo, alcanzar la despejada zona de Jover, en la que un serpenteante camino a la izquierda nos conduce a la horcada del Frade, encajada entre la roca.

            Pasamos a la izquierda y rápidamente la senda nos lleva por una loma a la Cimera del Frade, desde donde un corto descenso nos introduce en el mundo de la roca, y por la senda trazada en las pedreras remontamos la canal del Perro, amplia escotadura que se abre entre los Picos del Verde y los Moledizos.

            Una vez superada (2.100 m) seremos observadores privilegiados de la cara sur de la perla del Cornión al contemplar la sin igual cara sur de Torre Santa (2.596 m) que, frente a nosotros, no nos abandonará hasta llegar, por el sinuoso camino del burro, hasta la plácida vega Huerta (2.036 m), al pie de las Torres de Cotalbín (2.167 m).

            En vega Huerta existe un pequeño refugio, no guardado, de unas 8 plazas en literas. A su derecha, encontraremos la fuente con pilón, que permitirá rellenar nuestras cantimploras.

            En dirección a Torre Santa descendemos ligeramente, en dirección NE, para, por la zona de Carbanal, y caminando hacia el este alcanzar los puertos de Cuba (1.948 m), a la derecha de la larga arista que desde la cima de Torre Santa se dirige hacia el este hasta su extinción.

            Pasando a la otra vertiente y, arrimándonos al comienzo a las Rayadas y a los Cuetos de los Cabritos, descendemos en dirección norte, dejando a nuestra izquierda las verdes praderas de Jucabao y, luego, desviándonos a la derecha, seguir descendiendo hasta las cabañas que conforman la majada de Mesones.

            Hacia el NE comenzamos el largo descenso que por el sedo de Mesones y la fuente del Cuciao nos conduce a un terreno más tranquilo por el que se alcanzan las casas del pueblo de Caín de Arriba (640 m), abandonado desde hace más de un cuarto de siglo, aunque aún se utilizan rediles para el ganado.

            De Caín seguiremos descendiendo por la parte derecha del río Chico siguiendo el camino del Sedo, o por el algo mas largo de la izquierda por el del Pendín, para acabar finalmente en Caín (460 m), ya a la orilla del río Cares.

DATOS PRÁCTICOS:

Tipo de recorrido: Lineal con salida del puerto de Panderruedas (1.450 m) y llegada en Caín (460 m). Hay que tener prevista la vuelta por carretera para llegar al coche.

Desnivel de subida: 1.170 m.

Desnivel en descenso: 2.350 m.

Longitud: 20 km.

Altitud máxima: 2.134 m.

Horario: Entre 8 y 10 horas.

Dificultad: Técnicamente fácil pero muy dura por el largo recorrido, y el mas que notable desnivel de descenso.

Época: La mejor época para llevar a cabo esta actividad es una vez que se han retirado las nieves, o sea en el verano, pues se evita llevar piolet y crampones, que son imprescindibles con terreno nivoso.

Cartografía:

- Mapa Picos de Europa, Macizo Occidental (El Cornión) de Miguel Ángel Adrados, escala 1:25.000.

- Mapa topográfico vectorial digital de Bob Boulan: http://boulan.blogspot.com.

Fuente: Isidoro Rodríguez Cubillas

Fotografía: Isidoro Rodríguez Cubillas