Diario de Valderrueda
Comunidad de vecinos: simples consejos para ahorrar en la factura energética
viernes, 29 de marzo de 2024, 01:07
ECONOMÍA - HOGAR

Comunidad de vecinos: simples consejos para ahorrar en la factura energética

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Las comunidades de vecinos habitualmente buscan siempre la forma de ahorrar en sus facturas de energía, como el gas o la luz. De esta forma, se minimiza el gasto para los propietarios y se reducen las cuotas de la comunidad por lo que, normalmente, todos los vecinos suelen estar de acuerdo en implementar medidas de mejora para ahorrar.


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Esto es algo totalmente común y es una de las preguntas que más nos hacen cuando hablamos de los gastos de una comunidad de propietarios: ¿cómo podemos reducir el gasto en las facturas comunes?


Pues bien, por este motivo, en el día de hoy hemos querido compartir con vosotros algunas de las formas más sencillas y prácticas para ahorrar en el consumo energético, con algunos trucos y consejos como pueden ser cambiar caldera de gas de la comunidad, invertir en aparatos eficientes energéticamente o bajar la potencia de luz contratada. ¡Comenzamos!


Calderas de gas natural


El primer punto que nos parece más importante es, primero, evaluar en qué estado se encuentra la caldera de gas de la comunidad. Si tiene muchos años o lleva tiempo dando problemas (y aunque pueda sonar contradictorio) lo mejor será invertir en cambiar la antigua caldera por una nueva de gas natural.


Y es que una caldera de gas natural puede llevar a un ahorro de más de 40% sobre la factura de la comunidad, gracias a que este combustible tiene un precio mucho más económico y a que las nuevas calderas ofrecen un rendimiento mayor con menos consumo.


Pagos individuales por vivienda


Otro de los trucos para ahorrar en la factura del gas de la comunidad es establecer contadores individuales para el uso de este combustible en cada vivienda. De esta forma, no solo podremos tener más certeza en lo referente al consumo real de cada vecino, si no que podemos ahorrar tanto en la factura de cada vivienda como, en general, en la de la comunidad. Se trata de un método más justo y que, además, nos puede ahorrar entre el 20 y el 40 por ciento del importe en la factura.


Una inversión en aislamiento


Un punto de vital importancia para el ahorro, sobre todo en edificios que tengan ya más de 10 años de antigüedad es la inversión en aislamiento. A pesar de que muchos edificios se construyen con materiales de alta calidad, lo cierto es que con el paso de los años estos se pueden ir desgastando, produciendo un aumento en el consumo debido a fallos en el aislamiento de las viviendas y las zonas comunes.


Un mal aislamiento térmico en la fachada o un sistema de puertas y ventanas mal aisladas que afecten a todo el edificio puede provocar que las facturas suban entre un 50 y un 70 por ciento. De esta forma, el consumo se dispara sobre todo en los meses de más frío y más calor, donde la calefacción o los aires acondicionados deben realizar el doble de esfuerzo para mantener el mismo espacio en buenas condiciones. Invirtiendo en un buen aislamiento podemos reducir el gasto en las facturas, consumir mucha menos energía y convertirnos en una comunidad más respetuosa con el medio ambiente.

Iluminación y domótica


Otro de los puntos clave del ahorro de energía en una comunidad es el tema de la luz. Normalmente, los edificios que cuentan ya con algunos años de antigüedad no suelen incluir procesos optimizados de aprovechamiento de la luz, que nos pueden llevar a ahorrar muchísimo en cada factura.


El primer punto de este tema sería invertir en cambiar las bombillas incandescentes o de bajo consumo por luces LED. Este tipo de iluminación, además de ofrecer un ahorro significativo en el consumo, cuentan con una durabilidad muchísimo mayor y no producen residuos ni calor residual.


Además, otro de los recursos en iluminación más utilizados para ahorrar en las facturas son las soluciones de domótica como los sensores de movimientos, que detectan cuando alguien pasa para encender la luz, mucho más eficientes energéticamente que los antiguos interruptores.


Invertir en nuevas tecnologías


Además del hecho anterior de la inversión en bombillas LED o soluciones de domótica más óptimas, otro de los métodos de ahorro reside en ir actualizando las instalaciones y aparatos por modelos más nuevos y eficientes. De esta forma, además de sustituir la caldera de gas por un modelo más eficaz también podemos invertir, por ejemplo, en sistemas de energías renovables, como la instalación de placas solares en la azotea o, simplemente, cambiar el modelo de ascensor por uno más eficiente que consuma menos luz. Todo ello nos puede ayudar muchísimo a ahorrar en todas las facturas de la comunidad de vecinos.


La importancia de un buen mantenimiento


Finalmente, no queríamos terminar este artículo sin insistir en que el mejor ahorro es invertir en prevención. Por este motivo, nos parece igual de importante intentar crear políticas y conciencia de ahorro en el consumo en la comunidad de vecinos como invertir ciertas cuotas en mejorar y aumentar el mantenimiento. De esta forma, cada poco tiempo nos aseguraremos de que todo funciona correctamente y, de no ser así, podremos poner solución al problema mucho antes de que se convierta en una verdadera complicación que desemboque, por ejemplo, en una derrama para los propietarios. 


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