La antiquísima cocina de humo que conserva una familia de Recueva de la Peña.

En su vivienda el tiempo quedó atrapado en la Edad Media, con una construcción única en la Montaña Palentina que rememora aquella época en la que la vida giraba en torno al hogar.  

La familia Hospital conserva en Recueva de la Peña una antiquísima cocina de humo. En su vivienda el tiempo quedó atrapado en la Edad Media, con una construcción única en la Montaña Palentina, que rememora aquella época en la que la vida giraba en torno al hogar.  

Con el fuego como gran protagonista, esta arcaica cocina se encuentra rodeada de bancos de madera y cuenta con una piedra de molino en el centro, sobre la que cuelga la tradicional pregancia, una cadena de hierro de la que pende la caldera en la que se preparaba comida. 

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Si miramos al techo nos encontramos con una ennegrecida campana hecha adobe, con una imponente viga de hierro para colgar la cadena, que asciende hasta la segunda planta a modo de chimenea. Un elemento particular, que no tiene por ejemplo la afamada Casa del Humo de Lois, en León, donde la techumbre de paja de centeno era la que filtraba el humo. 

¿Cuál es su antigüedad? Pues ni siquiera sus propietarios lo saben a ciencia cierta, lo que sí es seguro es que se trata de una construcción de la Edad Media, momento en el que surgieron las primeras cocinas, "la vivienda es muy antigua, ya fue un torreón en época medieval y cuenta con escudos de los señores de Colmenares y Polentinos datados en el siglo XVIII", relata José Antonio Hospital.

Tampoco conocen cómo llegó esta propiedad a la familia, según detalla Hospital, "los últimos Colmenares que vivieron en esta casa fueron Francisco y Francisca Colmenares, pero nunca tuvieron hijos por lo que a partir de ahí no sabemos". Sin embargo, pese a su antigüedad, sí recuerda verla a pleno rendimiento, "mi madre, por ejemplo, hacía las morcillas en ella".

En definitiva, es una cocina de humo única en la Montaña Palentina que destaca, además, por su buen estado de conservación, ya que se mantiene intacta al paso de los años sin que hayan tenido que realizar reparaciones. 

"En Pisón de Castrejón creo que había una, pero el dueño la dejó caer, y en Recueva la gente mayor sabe que en sus casas había también esas cocinas, pero ya no quedan. Yo nunca la tiraría, me gustan mucho las antigüedades, y conservo los candiles y el menaje del hogar que había en la casa", destaca José Antonio Hospital.

Así, él y su familia tienen el privilegio de tener por hogar una vivienda que es una auténtica reliquia, en la que el paso del tiempo se ha detenido.

Fuente: Diario de Valderrueda

Fotografía: Cocina de humo - José Antonio Hospital