Así fue el asombroso hallazgo de la lápida vadiniense de Maisontinia en Liegos

Así fue el asombroso hallazgo de la lápida vadiniense de Maisontinia en Liegos.

Se trata de la única estela funeraria dedicada a una mujer en la provincia de León y es uno de los ejemplares más bellos del conjunto vadiniense. 

El hallazgo en Liegos de la lápida vadiniense de Maisontinia, única estela funeraria dedicada a una mujer en la provincia de León y uno de los ejemplares más bellos del conjunto vadiniense, ha llegado hasta nuestros días 125 años después gracias al nieto de uno de sus descubridores.

Los vadinienses eran un pueblo cántabro, bastante desconocido, que habitó en la Montaña Leonesa y sus límites durante las épocas prerromana y romana. Los pocos datos que conocemos de ellos proceden de las fuentes romanas y, precisamente, por las lápidas vadinienses: epígrafes funerarios caracterizados por tener un soporte en cuarcita sin desbastar, un uso peculiar del latín, iconografía propia con presencia del caballo, formulismos, etc.

Hace unos días, Pascual Gómez contaba en redes sociales, a través de un vídeo de en el perfil de Betula Ingeniería, la historia del descubrimiento de la triste lápida funeraria de Maisontinia en pleno Valle de Valdeburón. Es el relato que su padre le transmitió tal y como su abuelo se lo había contado a él. 

«Un día de 1897 o 1898 mi abuelo, Fernando Gómez Acevedo, fue al prao de la Cortina con su cuñado, Joaquín Alonso Mediavilla, que era el propietario del mismo. Al construir un pequeño muro para hacer una entrada más fácil hacia el prao se dieron con la piedra.

Al levantarla se llevaron la sorpresa de que aparecía la figura de una mujer que, en unos segundos, al contacto con el aire se esfumó convirtiéndose en un montoncito de polvo. Vieron, además, una serie de señales en la piedra, por lo que se dieron cuenta de que tenía una trascendencia.

La llevaron al pueblo, la limpiaron, y después, mi abuelo decidió aprovechar uno de los viajes que se hacían a "campos" para acercarse a León y llevar en el carro de las vacas la lápida. Por todo ello, le dieron 90 pesetas», relata Pascual Gómez.

La estela encontrada en el Valle de San Pelayo de Liegos, en el municipio de Acebedo, se la dedica Aliomo a su hija Maisontinia, fallecida prematuramente. En ella se puede leer "D(is) M(omnibus) m(onumentum) p(osuit) / Aliomus parens / filiae suae pie/ntissimae Mais/ontini an(norum) p(lus) m(inus) XVIIII", que se traduce como "Dios Manes monumento de su padre Aliomus a Mausantina, su hija muy piadosa, de 19 años, más o menos".

A su breve epitafio le acompaña una enmarcación en líneas que no cierran, un arbolito fúnebre, un caballo y un enigmático signo en forma de cruz griega, que podría hacer pensar en una discreta cristianización.

En la actualidad, la pieza original se encuentra conservada en el Museo de León, aunque gracias al trabajo de Luis Coya, que ha elaborado una colección de estelas vadinienses en 3D, también puede contemplarse a través de internet. 

En la localidad de la Montaña Oriental Leonesa se han encontrado también otras cuatro estelas vadinienses, y hay dudas sobre la ubicación de una quinta que se sitúa también en Argovejo o Riaño. Por tanto, con cinco lápidas, Liegos sería uno de los pueblos en los que más vestigios de este pueblo cántabro se han hallado.  

Fuente: Diario de Valderrueda

Fotografía: Lápida de Maisontinia - Museo de León, Luis Coya; Ilustración de Eva López