Las visitas penitenciarias están protocolizadas y son un derecho del preso

Estar privado de libertad no implica perder el contacto con la familia y el entorno afectivo, por eso se establece un régimen de visitas.

La pérdida de libertad a causa de un delito penal que implique el ingreso en prisión, en ningún caso, acaba con la mayoría de derechos que se tienen como ciudadano. Es más, la privación de libertad, en todo momento, está enfocada a la reinserción en la sociedad. Por tanto, es una pena o castigo por el delito cometido, pero tiene un principio de redención y de enfocar al preso en la buena conducta para que alcance con éxito tal fin.

Es por eso que durante el periodo que dura la estancia en prisión, los presos pueden hacer uso de algunas de las herramientas que asisten y que buscan mejorar su bienestar emocional, de ahí que puedan recibir visitas. No obstante, ese régimen de visitas es muy estricto y está sujeto a una normativa preestablecida. Las visitas de familiares y otras personas están regladas en la propia Ley Penitenciaria y según esa normativa se rige.

No obstante, la pandemia, por motivos de seguridad sanitaria, ha supuesto algunas restricciones respecto a estas visitas que, en todo caso, han de ser solicitadas a través de cita previa centro penitenciario. Esto es necesario cuando las visitas se hacen de manera presencial en la prisión. No hay que olvidar que los presos tienen tres vías para comunicarse con su familia y amigos, con sus letrados y demás profesionales de la asesoría jurídica a través de correspondencia, telefónica u oral, en el locutorio de la prisión. En tal caso, habrá de solicitarse esa cita previa.

Como se ha nombrado, tanto la Ley Penitenciaria como el Reglamento Penitenciario contemplan en su articulado, 51 y 42, respectivamente, todo el protocolo a seguir en caso de que se desee una comunicación oral con el preso.

Concretamente, cuando la persona que pretende recibir el preso está fuera de su entorno estrictamente familiar, este deberá redactar una instancia haciendo la petición de visita tipo oral que dirigirá al director de la cárcel en la que se halle preso. Igualmente, la persona que vaya a personarse deberá solicitar cita centro penitenciario indicando las causas y motivos de dicho privilegio para el preso, así como el día y la hora en la que se quiere desarrollar.

¿Cuándo suelen producirse las visitas penitenciarias?

Es evidente que la logística de la prisión debe establecer aquellos días y momentos en los que por la propia actividad del centro sea más factible realizar esa visita. Por norma general, los presos pueden optar a recibir un total de dos visitas orales a la semana, divididas en turnos de 20 minutos. En cuanto al máximo de personas que pueden realizar esa visita oral, se limita a cuatro, debido a las propias dimensiones que tienen los locutorios.

De igual modo, la preferencia, que será designada por la dirección del centro, se centrará en que esas visitas orales se produzcan durante el fin de semana. No obstante, el preso puede solicitar también que se reunifiquen las dos visitas y que en vez de recibir dos visitas de 20 minutos, lo hagan en una por tiempo de 40 minutos. Esa circunstancia debe ser avisada con antelación al director del centro, con objeto de que se apruebe dicha visita.

Visitar a un familiar en la cárcel de Las Palmas 2

Llegados hasta aquí, hay que recordar que las cárceles pertenecen a la gestión del Ministerio del Interior y que, en todo momento, se debe mantener la integridad, tanto del preso, como de los que visitan los recintos. Es por eso que existen protocolos muy cerrados respecto a las visitas. En caso de querer acudir al centro penitenciario las palmas 2 habrá que hacer la llamada preceptiva al teléfono habilitado para ello y ofrecer todos los datos y la documentación requerida (DNI o tarjeta de residente, el NIS del preso y también el DNI o identificación del acompañante o acompañantes).

Hay que tener en cuenta que si la visita se quiere realizar en la semana en curso hay que solicitar la visita entre lunes y miércoles. En caso de que se quiera hacer a la siguiente, el plazo para solicitarla será de jueves a domingo. Es algo a tener en cuenta, a fin de fijar el día y la hora.

Visitar Alcalá Meco

Tal y como se comentaba en el apartado anterior, los centros están regidos por las mismas normativas. Por tanto, en caso de que se tenga a un familiar preso en el centro penitenciario alcala meco habrá que realizar el mismo protocolo ya descrito. Sin embargo, es conveniente añadir un matiz que no se ha expuesto hasta ahora y es que si el preso tiene concedido el tercer grado, hay excepcionalidades en cuanto al régimen de visitas que los asiste. Estos reos tendrán la oportunidad de recibir visitas siempre que lo deseen, pero, por supuesto, cuando así lo permitan sus actividades laborales asignadas.

Las otras modalidades de visitas penitenciarias

Este apartado se va a centrar en otro tipo de visitas que también pueden recibir los presos, pero que, por sus características, poseen unas particularidades específicas. En primer lugar, se hará referencia a las visitas íntimas, ha de ser solicitada, en cualquier caso, por el preso y se puede hacer uso de ella una vez al mes. En cuanto a su duración, es variable, aunque siempre ha de estar comprendida entre una y tres horas como máximo.

Otro régimen de visita interesante a destacar son las llamadas de convivencia. Estas deben ser de comunidad por el cónyuge del preso, pareja de hecho o régimen similar, que tengan hijos menores de diez años. Respecto a la compatibilidad, se halla la posibilidad de unificar ambas, es decir, la íntima con la de convivencia, sin poder superar, entre ambas, las seis horas de permanencia en el centro penitenciario.

En definitiva, una de las formas en las que el Estado español garantiza el bienestar de las personas que están privadas de libertad es permitiendo estas visitas. Para ello, disponen de instalaciones especiales donde se garantiza, además de la seguridad, también la intimidad.