Entrevista a una joya del balonmano y de Velilla del Río Carrión: Ania Ramos

Entrevista a una joya del balonmano y de Velilla del Río Carrión: Ania Ramos.

Es la velocidad máxima del Rodríguez Cleba de León. "Pequeña pero matona", así conocen todos a esta joven que sueña con jugar en división de honor.

Es la velocidad máxima del Rodríguez Cleba. Pequeña pero matona, así conocen todos a Ania Ramos. Da igual las veces que la tiren, ella nunca se rinde, se levanta con más fuerzas y a seguir. Va segunda en el ranking de goles de la liga, con 160 goles por cabeza. Esta joven deportista, nacida en Velilla del río Carrión, sueña a lo grande: quiere jugar en división de honor.

¿De dónde te viene la afición del balonmano?

Cuando iba al colegio, había una actividad extraescolar de balonmano y me apunté sin saber nada, lo desconocía totalmente, y me acabó gustando, y fíjate cuanto llevo jugando.

¿Cómo viviste tu etapa en el club de donde procedes, el Fuentes Carrionas?

La viví muy feliz. Allí jugaba con chicas que conozco de toda la vida, e hice amistades que sé que durarán siempre. Teníamos muy buena relación y seguimos manteniendo ese contacto.

¿Cómo viniste a tu actual club, el Rodríguez Cleba?

Cuando yo era juvenil de segundo año, mi entrenador Goyo estuvo unos meses entrenando al Rodríguez Cleba, y me preguntó si quería jugar en división de honor plata con ellas. Durante la pretemporada, yo fui a entrenar con el Cleba, y empecé jugando tres o cuatro partidos con ellas y cuando Goyo se fue del club, no tenía a nadie que

me llevase ni me trajera y me volví para mi pueblo natal, y al año siguiente me ficharon.

Hablando del Cleba… ¿Cómo ves al equipo en este año tan complejo por el COVID? ¿Os ha afectado como a las demás personas o de otra forma?

Sí nos ha afectado. Ha sido un año difícil por los parones que nos han impedido seguir con la vida que

teníamos, ya que nos ha hecho perder mucho el ritmo de los entrenamientos, pero le ponemos muchas ganas para poder jugar la fase de ascenso.

Seguramente hayas oído que eres de las jugadoras que más destacan en cada partido, ya sea por tu velocidad, por tus goles...etc. ¿Cómo ves esto?

Destaco gracias a mis compañeras y a mi entrenador, porque entrenando me ayudan a mejorar.

¿Ha habido algún partido que te haya marcado más que otro?

Los mejores partidos que he tenido a lo largo de mi vida fueron los del campeonato de España con el Fuentes Carrionas, porque era nuestro último año juntas y aparte de quedar cuartas, jugamos muy bien.

¿Cómo te defines dentro del campo?

Soy bastante exigente conmigo misma y muy competitiva. Si me equivoco me enfado bastante y me vengo abajo.

Pese a la apretada agenda que tenéis, ¿cómo compaginas el deporte con tus estudios de TAFAD?

Es un poco difícil porque me coinciden ambas cosas. Yo entreno por las mañanas con tres chicas más, y es más entretenido cuando estamos todas. También entrenamos los fines de semana, ya que no jugamos.

Supongo que en el Cleba también tienes esa relación de amistad y de profesión con tus compañeras…

Sí, en el Cleba hay muy buen ambiente en el vestuario y tengo buena relación con todas mis compañeras, y eso lo agradezco, porque no en todos los equipos se disfruta de esta relación.

Cuando se realiza algún deporte a nivel profesional, se aconseja seguir una alimentación especial. ¿Cómo es la tuya?

En mi residencia te dan a elegir entre dos primeros y dos segundos, pero es verdad que tienes que privarte de algunos alimentos, como la comida precocinada, bollería industrial...etc.

¿Te ves en tu mejor momento?

Todavía me quedan muchas cosas que mejorar y aprender.

¿Te has imaginado alguna vez que ibas a llegar tan lejos?

La verdad es que no. Esto es algo nuevo para mí, pero muy bonito también. Es una etapa que recordaré toda la vida.

¿Qué es lo que más ansías conseguir como deportista?

Lo que más deseo es jugar en división de honor.

Espero que logres todo lo que te propongas, ya que te lo mereces por tu enorme esfuerzo y por tus infinitas ganas.

Muchas gracias, Malena. Ha sido un placer.

Fuente: Malena Ramos

Fotografía: Ania Ramos