Cómo divorciarse de manera rápida y económica
Para mucha gente, divorciarse es un camino largo, difícil y extremadamente caro. Normalmente asociamos el divorcio como un proceso de ruptura legal entre cónyuges, en el que ambos pierden o una parte termina perdiendo más que la otra. Pero la realidad es que todos estos casos se deben en su mayoría a que estas personas no buscaron el lugar ni los abogados indicados para este tipo de proceso. A día de hoy, divorciarse con los medios indicados es rápido, barato, y en definitiva, un proceso en el que no tiene por qué perder nadie.
No tener hijos, una gran ventaja en la ruptura legal
Los divorcios sin hijos son los trámites burocráticos de separación legal, en principio, más fáciles de llevar a cabo. Al carecer de una relación de progenitores, los dos futuros excónyuges tienen unas posibilidades más abiertas y prácticas sobre el proceso de divorcio y separación. Esto es debido a que, al no tener hijos, no tiene por qué entrar en la separación el Ministerio Fiscal, tanto en el ámbito amistoso como en lo contencioso.
Simplemente deberán realizar un pacto en el que las cuestiones relacionadas con los bienes y deudas de ambos puedan quedar cerradas. Pero en cambio, si existe un hijo en la pareja, es considerada la responsabilidad como bien jurídico sobre la que más protección recae.
Aunque en un divorcio sin hijos, lo normal y más gratificante para ambos sería un trato de mutuo acuerdo, es cierto que a su vez, se puede dar que el mismo no sea ni rápido ni económico, con estas dos razones por bandera:
- La no aceptación del divorcio por parte de uno de los cónyuges, en detrimento de la otra, sin querer en ese sentido favorecer al proceso de tramitación.
- La incapacidad por ambas partes de poder cerrar un trato en el que ambos estén de acuerdo sobre la repartición de los bienes económicos y patrimoniales.
¿Qué tipos de proceso de divorcios sin hijos existen?
Dentro de la separación legal formalizada sin hijos, existen varios tipos de divorcio con características bien diferentes, siendo la misma una información que podemos consultar más ampliamente en divorcionetas.com.
Para empezar, tenemos el ejemplo de divorcio sin hijos más sencillo, que no es otro que el divorcio con separación de bienes. El mismo tiene una explicación bien lógica, pues antes de casarse la pareja debería haber concretado legalmente la repartición de bienes de ambos en caso de divorcio. Este tipo de divorcio es el más simple, porque es en el que menos vinculaciones y exigencias matrimoniales se dan entre ambos.
Seguidamente encontramos el divorcio sin hijos de bienes gananciales, en el que aparentemente todo debería ser sencillo, pero no es así. Esto se debe a que el concepto de los bienes gananciales es un poco abstracto, ya que una vez casados, la pareja ha seguido generando estos bienes por separado en una economía conjunta familiar.
¿El divorcio exprés barato y económico existe?
Aunque pueda parecer algo idílico y utópico no lo es, para empezar porque en España desde el año 2005, todos los divorcios tienen la condición de ser muy rápidos, pues así mismo está regulado, para lo que sí existe el mutuo acuerdo. Simplemente será necesario acudir al notario para que pueda ser algo inmediato; si en cambio, se desvía el asunto tanto por lo judicial como por lo contencioso, todo será mucho más lento.
Entendido ya el tema de la celeridad del divorcio, hay que señalar que al ser un trámite sencillo, no debería suponer un gran desembolso económico. Independientemente de la situación económica, hay que velar por el derecho de tener un asesoramiento bueno que no necesariamente tenga que ser algo caro. La calidad no debe discutirse, pues no es nada justo que una persona pueda costearse un mejor servicio y asesoramiento por tener más dinero mientras que otra menos acaudalada tenga que conformarse con un servicio menor.
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