Todo sobre el afeitado tradicional ¿Vale la pena?

En los últimos años ha resurgido el interés por los métodos clásicos de afeitado. ¿Se trata de una tendencia pasajera o ha vuelto para quedarse?

Afeitarse puede ser mucho más que pasarse una cuchilla para eliminar la barba no deseada. Para muchos hombres, el afeitado es todo un ritual de cuidado personal, cuyos resultados son evidentes y palpables al instante.

El afeitado clásico ¿Qué es y en qué se diferencia de otros métodos?

Cuando hablamos de afeitado clásico, nos referimos a aquel cuyos métodos se usaban antiguamente, poniéndo especial esmero en el cuidado de la piel y en conseguir un apurado perfecto. En este tipo de afeitado los utensilios utilizados y su calidad cobra una importancia excepcional. Hojas bien afiladas, jabones y cremas de calidad, brochas de afeitado, etc. Todos ellos tienen la finalidad de conseguir un resultado óptimo, sin agredir la piel.

Ventajas y desventajas del afeitado clásico

Este tipo de afeitado tiene muchos puntos a su favor, responsables de que este método cada vez gane más adeptos.

Mejores resultados: Una de las mayores mentiras, fomentada sobre todo por la publicidad, es que son necesarias varias cuchillas para conseguir un buen apurado. Lo cierto es que los mejores resultados se dan cuando se invierte en una buena cuchilla, bien afilada. Más cuchillas puede implicar menos pasadas y por tanto más rapidez, pero el resultado no necesariamente será el mejor. Además, como veremos en el siguiente punto, las maquinillas convencionales, con varias hojas, pueden comprometer la buena salud y la apariencia de la piel.

Menor irritación: En el afeitado tradicional se prepara previamente la piel con mimo y productos de calidad especialmente pensados para ello. El uso de buenos jabones y cremas de afeitado es también algo que se nota al instante. Sin embargo, uno de los mejores aliados de nuestra piel es una buena cuchilla.

Las maquinillas con cuchillas múltiples a las que estamos tan acostumbrados irritan la piel, ya que con cada pasada se agrede mucho más esta. Además, tiran del vello, produciendo que lo cortemos de más. Es entonces cuando el pelo de la barba tiende a quedarse bajo la piel, produciendo que muchos de ellos acaben encarnados. La navaja o la maquinilla de afeitar clásica son mucho mejores opciones cuando se trata de evitar esta molesta consecuencia del afeitado.

Ahorro y menor generación de residuos: A largo plazo, invertir en buenas herramientas y productos es un gran ahorro. Las maquinillas clásicas por ejemplo, pueden durar toda la vida. Además, los recambios de cuchilla son increíblemente baratos. Por otro lado, los buenos productos son mucho más rentables, pues proporcionan resultados óptimos con menos cantidad, respecto a los convencionales.

Como contrapunto tenemos que este método de afeitado implica una inversión inicial mayor; sin embargo, como ya hemos comentado, el ahorro a largo plazo puede compensarlo con creces. De la misma forma, la apariencia más cuidada y saludable de nuestro rostro, harán que el tiempo extra empleado valga la pena.

Guía básica del afeitado tradicional

Como todo ritual, el afeitado clásico tiene una serie de pasos importantes. En cada uno de ellos cobra protagonismo un utensilio o producto, a cada cuál más emblemático y representativo de este tradicional método, que durante generaciones fue pasando de padres a hijos.

Preparar la piel

El primer paso debe ser siempre humedecer la cara con agua caliente. Esto abrirá los poros e hidratará y ablandará el vello, facilitando así el afeitado. Para ello podemos tomar una buena ducha, o si se prefiere, podemos usar una toalla humedecida con agua caliente durante unos minutos.

Aplicar un aceite de preafeitado

Este producto es uno de los mejores aliados para aquellos que tienen la piel sensible o barba dura. El aceite preafeitado nutre, hidrata y mejora la elasticidad de la piel, también disminuye la fricción de la cuchilla, evitando así que esta produzca irritación y cortes.

Brocha y jabón de afeitar

No hay nada que recuerde más a las clásicas barberías profesionales de toda la vida que una buena brocha de afeitar. Con ella extenderemos el jabón de afeitar, poniendo especial cuidado en ello. La sensación es muy agradable, especialmente si contamos con un jabón de buena calidad, cuya fragancia cambia por completo la experiencia del afeitado.

Rasurado

En este paso podemos escoger entre dos opciones: maquinilla de afeitar clásica o navaja. Cada una presenta sus ventajas e inconvenientes, pero lo cierto es que a la hora de la verdad es una opción muy personal. Sea cual sea la escogida, ambos son excelentes utensilios que proporcionarán buenos resultados. Por norma general, la navaja requiere algo más de destreza.

Loción After-Shave

Es importante aclarar bien la cara con agua fría para retirar todo resto de jabón y vello. Usar una loción after-shave libre de alcohol, después del afeitado, proporcionará alivio y frescor a la piel, ayudando también a regenerarla.

Por último, es necesario recordar que el afeitado clásico es un momento de autocuidado y placer masculino que nuestra autoestima agradecerá.