La diputación declara de interés turístico provincial la romería de San Guillermo en Cistierna

La Diputación de León ha informado al Ayuntamiento de Cistierna de que la romería de San Guillermo de Peñacorada ha sido declarada Manifestación Popular de Interés Turístico Provincial. Para adoptar esta decisión, la institución ha tenido en cuenta que la romería se celebra desde hace más de treinta años y se trata de un acto singular, de marcado interés popular.

La solicitud realizada por el Ayuntamiento de Cistierna se sustentaba en un informe técnico del historiador de Cistierna Siro Sanz, conocedor de la historia de la Montaña Oriental leonesa. 

Sanz recuerda que la romería de San Guillermo de Peñacorada es una de las tradiciones más antiguas de la villa. «Fray Prudencio de Sandoval, historiador, de la orden benedictina, visitó la gruta de San Guillermo en el siglo XVI, y testimonió la devoción de los cisterniegos y de todos los montañeses de los pueblos que rodean al macizo de Peñacorada. En su visita describió la gruta, la imagen del santo, la cantidad de exvotos y reliquia perteneciente a San Guillermo allí se custodiada». Por lo tanto Cistierna presume de una tradición ya existente hace 500 años, pero seguramente desde el siglo XIII ya subían en romería al lugar donde se ubica el eremitorio rupestre.

A la gruta de San Guillermo suben los cisterniegos el 28 de Mayo, desde hace casi 800 años para invocar su protección mediadora. 

A esta romería asisten no solo los habitantes de Cistierna, también los de aquellos pueblos donde la tradición del santo ermitaño se mantiene. Previamente la imagen baja acompañada por los fieles de Cistierna nueve días antes, para celebrar una novena y venerar la reliquia en la iglesia parroquial. El día 28 de Mayo por la mañana se inicia la procesión con la imagen del santo. Va presidida por el pendón concejil, autoridades civiles y religiosas, recorre las principales calles de Cistierna, y se dirige a la Fuentona en las estribaciones de Peñacorada, allí comienza la ardua subida entre pinares y peñas calcáreas hasta la gruta de San Guillermo.

Al llegar la imagen y los que la acompañan son recibidos por el repique de las campanas. Se inicia la celebración de una misa votiva, en la cual predica siempre un sacerdote invitado. Al finalizar se inicia el baile de la tierra delante de la imagen, que es guardada en el interior de la gruta hasta el año siguiente. Todo el pueblo participa posteriormente en una gran comida comunal y en bailes tradicionales que se hacen en el pago del paraje de la Fuentona.

Fuente: diariodeleon.es, Jose Maria Campos

Fotografía: archivos diariodeleon.es