El postre estrella que representa la Resurrección de Jesús en Semana Santa: las torrijas

El postre estrella que representa la Resurrección de Jesús en Semana Santa: las torrijas.

Es uno de los dulces más antiguos documentados, también estuvo vinculado a los nacimientos pero, al final, se convirtió en un imprescindible de la Cuaresma. 

Todos sabemos que las torrijas son tradicionales de Semana Santa, pero, ¿Cuál es el origen de este postre y por qué está ligado a estas fechas? Este postre, elaborado con una 'simple' rebanada de pan empapada en leche, rebozada en huevo, frita y, después, endulzada con azúcar y aromatizada con canela, es uno de los dulces más antiguos documentados. 

Tenemos que remontarnos al siglo IV o V para encontrar algo parecido a lo que hoy conocemos como torrijas. El romano Marco Gavio Apicio hacía ya referencia en su libro 'De re coquinaria', en el que recopilaba de recetas dulces y caseras, a una rebanada de pan que debía mojarse en leche hasta empaparse. Apenas una primera toma de contacto, porque no mencionaba el huevo ni el azúcar, ni siquiera su nombre.

Parece que este postre llegó a Europa a través de los árabes, aunque a lo largo del tiempo son variadas las recetas de su preparación: con vino, con leche, con azúcar, con miel, etc.; y los nombres que recibía en base a su ingrediente principal, el pan, como torradas, rebanadas, sopas doradas... La denominación de 'Torrija' no apareció en los diccionarios hasta 1591.

Mientras que ahora es un imprescindible de la Semana Santa, en el siglo XV este postre estuvo vinculado a los nacimientos, puesto que se creía que era útil para estimular la secreción de leche en las mujeres, al contar con ingredientes energéticos y aptos tras el parto. Por tanto, se ofrecían tanto a la madre como a los invitados que acudían a visitar al recién nacido.

En esos momentos tenemos el primer registro documental de la torrija en España, citada por  Juan del Encina, un poeta, músico y autor teatral del Prerrenacimiento español en la época de los Reyes Católicos: "Miel y muchos huevos para hacer torrejas", comentaba en sus escritos, en referencia a ese plato indicado para la recuperación de parturientas. Después, las primeras recetas se remontan al 'Libro de Cozina' de Domingo Hernández de Maceras (1607) y 'Arte de cozina, pastelería, vizcochería y conservería' de Francisco Martínez Motiño (1611). 

Más cerca en el tiempo, las torrijas alcanzaron gran éxito a comienzos del siglo XX en grandes ciudades como Madrid, donde pasaron a ser muy habituales en las tabernas, sirviéndose junto con vasos de vino.

Asociación con la Semana Santa

Su asociación con la Cuaresma y la Semana no se sabe muy bien cuándo surgió, aunque sí está claro que tuvo que ser después de esa vinculación con los nacimientos. Parece que estuvo motivada por la necesidad de aprovechar el pan sobrante en unas fechas en las que no se podía comer carne, teniendo en cuenta que, además, se trata de un alimento bastante saciante. 

Durante los días de abstinencia las monjas aprovechaban el pan duro y lo bañaban en miel y leche. Además, las torrijas también tenían un significado místico: la Resurrección de Jesús. El pan se identificaba con el cuerpo de Cristo, la fritura en aceite con el sufrimiento, y la leche y miel con el resurgir y la esperanza.  

Receta de las torrijas

Ingredientes

- Media hogaza de pan del día anterior

- 1 Litro de leche entera

- 10 Cucharadas de azúcar

- La corteza de un limón (puede ser también de naranja)

- 1 Rama de canela

- 4 Huevos

- 10 Cucharadas de azúcar

- Canela en polvo

Pasos

En primer lugar hay que poner la leche a fuego lento junto con 8 cucharadas de azúcar, la rama de canela, y la corteza del limón (o de la naranja). Es importante que nunca llegue a hervir y no dejar de revolver durante aproximadamente 15 minutos para que la mezcla resulte muy aromática. Al finalizar dejamos la mezcla enfriando.

Mientras tanto, mezclamos en un bol las dos cucharas de cucharada de azúcar restantes y la canela, y batimos los huevos para rebozar el pan, cortado en rebanadas no muy gruesas para que empapen bien. A continuación calentamos en una sartén el aceite para freír las torrijas.

Así, vamos bañando las rebanadas de pan en la leche, las sacamos y dejamos escurrir para pasar a rebozarlas en huevo por ambos lados, y las freímos.  Una vez doradas las sacamos y las ponemos en un papel de cocina para que absorban el exceso de aceite y a la hora de servirlas las espolvoreamos con el azúcar con la canela. 

Fuente: Diario de Valderrueda

Fotografía: Torrijas - Wikipedia