Datos importantes sobre la declaración de renta

Hacer la declaración de impuestos sobre la renta es una obligación ciudadana. Sin embargo, algunas personas todavía tienen duda sobre este proceso. Por eso, queremos aclarar algunos datos interesantes para que hagas a tiempo tu declaración del impuesto IRPF.

¿Qué es la declaración de renta?

Se trata del pago del IRPF o Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Este es un impuesto que se debe declarar anualmente, y es equivalente a los ingresos generados durante el año. Como puede que una persona física posea diversas fuentes de ingreso, el IRPF grava todos estos en una cuota íntegra.

Ahora bien, existe una medida que permite la deducción de este valor y corresponde a los gastos asociados a la manutención de menores de 25 años y mayores de 65 años, entre otros aspectos. Después de estas deducciones, se genera una cuota líquida que comprende el valor real de este impuesto.

¿Quiénes deben declarar este tributo?

Todas aquellas personas que figuren como contribuyentes deben declarar los impuestos sobre la Renta. Sin embargo, Hacienda hace algunas excepciones, dependiendo de los ingresos generados, la procedencia de los mismos y las deducciones.

Por ejemplo, quienes hayan devengado menos de 22.000 euros durante el año, a través de un empleador,  están exentos de pagar este impuesto. Es decir, la declaración de renta es opcional.

Ahora bien, si la persona posee ingresos de dos trabajadores, el asunto cambia un poco. Si una persona cuenta con un ingreso bruto de 22.000 euros en el año, pero ha tenido un ingreso de más de 1500 euros por un segundo empleador, debe pagar. En estos casos, la suma de los ingresos debe ser menos de 11.200 euros para estar exentos de este impuesto.

Por otro lado, en el caso de los autónomos, deben declarar obligatoriamente si sus ingresos superan los 1.000 euros.

¿Cuál es el plazo para realizar la declaración de renta?

El período válido para hacer la declaración de renta comenzó el 1 de abril y se extiende hasta el 30 de junio. Aunque el COVID-19 ha alterado drásticamente las fuentes de ingresos de los ciudadanos, no hay cambio sobre las fechas de declaración de impuestos. Por lo tanto, todos los contribuyentes deben tributar en el período antes mencionado.

Hacerlo a tiempo tiene ventajas. Por ejemplo, si el resultado de nuestra declaración es negativo, el ingreso del dinero será más rápido. En cambio, quienes sí tendrán que pagar impuestos quizás generalmente esperan a pagar al final del plazo y solicitar un fraccionamiento de la deuda a Hacienda.

¿Debo presentar declaración estando en paro?

Será necesario hacer la declaración si el cobro de prestaciones por desempleo supera los ingresos anuales correspondientes por ley. Como el SEPE es considerado un segundo pagador, es probable que el resultado de la declaración sea para pagar. Otra razón por la cual esto es así, es porque la prestación por desempleo no está sujeta a retenciones, lo que aumenta el importe de la cuota líquida.

Si vivo en pareja ¿Es mejor hacer la declaración en conjunto?

Los matrimonios tienen la opción de hacer una declaración de renta conjunta. Para eso, es necesario que se calculen y comparen antes los resultados de manera individual y en conjunto. De esta manera, se puede determinar cuál es la mejor opción, pues cada caso es particular y diferente.

Ahora bien, quienes cohabiten como pareja de hecho no tienen el derecho de hacer una declaración conjunta. En estos casos, cada uno de los miembros de la pareja tendrá que hacer una declaración por separado.

¿Qué pasa si no se pagan los impuestos de renta?

En caso de que un ciudadano decida deliberadamente no pagar los impuestos a Hacienda, el ente puede reclamar a través de la vía ejecutiva. Por lo tanto, se pueden generar recargos que van del 5 al 20 % de la cuota líquida. Además, comenzarán a aplicarse intereses por la demora en el pago, que irán aumentando progresivamente.

Si resulta difícil pagar a Hacienda, se puede obtener sobre la solicitud de fraccionamiento de la deuda solo  aprieta en más información. En estos casos, el ciudadano podrá pagar una primera vez por el 60 % de la deuda tributaria. En una segunda ocasión, los primeros días de noviembre, se abonará el resto (40 %) de adeudo.