El balneario de Morgovejo que pudo ser el "Evian español"

El balneario de Morgovejo que pudo ser el "Evian español".

Comenzó a explotarse a mediados del siglo XIX, pero fue en manos de la familia Granda de Madrid cuando alcanzó su auge y se convirtió en gran fuente de ingresos para el pueblo.

El manantial que dio vida al Balneario de Morgovejo era ya conocido por los romanos, aunque no fue hasta mediados del siglo XIX, en pleno auge del turismo termal en la Montaña Leonesa, cuando un lugareño levantó una precaria casa de baños. Su máximo esplendor lo alcanzó en manos de la familia Granda de Madrid, cuando pasó a conocerse como "el Evian español" hasta su cierre en 1970. 

Sus inicios coincidieron con la proliferación de multitud de balnearios por toda la provincia. El manantial se encontraba en una propiedad de un hombre de la zona al que le resultaba indiferente, y fue Cayetano Gutiérrez, vecino de la localidad del Alto Cea, quien hizo un pozo para captar el agua y poner en marcha una pequeña casa de baños con bañeras de madera.

Dada la fama del poder curativo de las aguas que surgió por aquel entonces, el manantial ganó concurrencia, aunque era el propio dueño quien hacía de bañero, médico y administrador de las habitaciones, ganando por cada baño cuatro reales. Pero el esplendor duró poco, porque al carecer de autorización oficial fue prohibido en 1871. 

Apenas dos años más tarde, Francisco Morales Calahorro se hizo cargo de la propiedad y llevó a cabo todos los trámites para su funcionamiento de forma legal. Para ello se redactó una 'memoria histórica-científica' y se realizaron los análisis pertinentes, e incluso se solicitó la declaración de utilidad pública. 

Una declaración que no llegaría en parte por las dudas sobre el caudal y la falta de una edificación apropiada para el desarrollo de la actividad, así como por la oposición del que fuera alcalde de Valderrueda en aquellos años. 

Volvió a cambiar de manos y se hicieron cargo de él los Marqueses de la Valdavia, quienes posteriormente vendieron la propiedad a la familia Granda de Madrid, verdadera artífice de su máximo esplendor. Los Granda desplegaron una amplia difusión en prensa, se ampliaron los pabellones, se introdujeron adelantos y se estableció un enlace con el ferrocarril. 

Fue entonces cuando se empezó a conocer como el "Evian español", haciendo referencia a la reconocida agua mineral francesa, y se convirtió en una importante  fuente de ingresos para el pueblo de la Montaña Oriental Leonesa. 

Destacaba por sus aguas sulfhídrico clorurado sódicas, con una temperatura de 37 grados y un fuerte olor a azufre, que manan en la parte de atrás del edificio, desde donde se canalizaban a un pozo en el interior del inmueble que servía para abastecer las diferentes estancias. Las enfermedades para las que estaba recomendada eran principalmente las relacionadas con la piel, pero también las afecciones pulmonares y el reumatismo. Todas ellas eran tratadas mediante baños y tomas orales.  

Fuente: Diario de Valderrueda

Fotografía: Archivo - Balneario de Morgovejo