Sopeña de Curueño celebrará este sábado su especial Fiesta de los Mártires

Sopeña de Curueño celebrará este sábado su especial Fiesta de los Mártires. 

Como es tradición, vecinos y visitantes celebrarán una misa para adorar a la reliquia de San Adrián Mártir, y disfrutarán después todos juntos de un vino español.

Sopeña de Curueño volverá a celebrar este sábado, 20 de enero, su especial Fiesta de los Mártires, un tradicional festejo que recuperó hace un año su esplendor y en el que tiene gran protagonismo una particular reliquia de la localidad del Alto Curueño. 

Como es tradición, vecinos y visitantes celebrarán una misa, a las 13:00 horas, para honrar a los Mártires y en la que se bajará la reliquia de San Adrián Mártir del altar de San Antonio para adorarla. Después, todos juntos disfrutarán de un buen vino español cortesía de la Junta Vecinal en las antiguas escuelas. 
 

"Perder las tradiciones implica no tener identidad, es no valorar lo que fuimos", explica Matilde Patrocinio Álvarez, vecina de Sopeña. Por ese motivo este pueblo de la Montaña Oriental Leonesa ha vuelto a celebrar a lo grande esta fiesta, que antiguamente era todo un acontecimiento, con música y baile en el 'corral de Fondo'.

En ella, recuerdan, su vecina Rosa González, ya fallecida, tocaba la pandereta mientras se cantaban coplas como esta que recuerda su hija, Rosa Escapa: "Los Mártires se acaban y mocitas a San Blas que fiestas no quedan más, sólo Santa Eulalia que es la que las arrebaña".

En cuanto a la reliquia, se trata de un brazo que en la mano agarra un cuchillo. Se sabe que llegó al pueblo donado por una mujer, según registran los libros de la Iglesia, y durante muchos años en esta fiesta se bajaba del altar y al terminar la misa se iba a besarla. 

Sin embargo, con el paso de los años se deterioró y fue necesario restaurarla, momento en el que se descubrió la inscripción San Adrián Martir, por lo que ahora simplemente se baja para adorarla. Por aquel entonces, se policromó con pan de oro y se arregló el cuchillo, al que le faltaba un trozo. 

Fuente: Diario de Valderrueda

Fotografía: Sopeña de Curueño