¿Por qué es importante cuidar la hidratación íntima en las mujeres?

Diariamente, toda mujer debe potenciar hábitos positivos que mejoren su salud y la hagan sentir espléndida. A menudo, la salud íntima se olvida o no se aprecia en su totalidad, por lo que hablar de su importancia es vital.

La hidratación vaginal y vulvar es uno de los temas más importantes que toda mujer debe reconocer. Y es que, todos los días, sea por las razones que sea, la zona íntima es proclive a sufrir de sequedad, de infecciones, de rozaduras y hasta de falta de hidratación por cuestiones hormonales y agentes externos.

Es en esos casos donde se hace evidente la necesidad de fomentar mejores hábitos de hidratación de la zona íntima. A continuación, algunos consejos para hacerlo.

Usar hidratantes de alta calidad

A menudo, la hidratación natural del cuerpo no es suficiente para que la elasticidad, la hidratación y la protección contra infecciones y rozaduras sea perfecta. En esos casos, la utilización de hidratantes íntimos es lo que se recomienda.

Productos como el gel Hidrafem, que es no hormonal, que utiliza muchos ingredientes orgánicos y que garantiza una hidratación de hasta por 72 horas, es uno de los mejores que se pueden recomendar.

Los geles hidratantes para la zona íntima permiten mejorar las condiciones fisiológicas de humedad, al tiempo que impiden la aparición de infecciones, de rozaduras, de irritación, entre otros problemas habituales relacionados con la falta de una hidratación adecuada.

Beber una buena cantidad de líquidos

Desde luego, más del 85% de la hidratación que el cuerpo obtiene es producto de los líquidos que se consumen durante cada día. Por esa razón, si se quiere mejorar no solo la condición de hidratación de la zona íntima, sino en general, lo más normal es que se mejore también la ingesta de líquidos.

Para la mujer, entre 1,5 y 2 litros de líquidos, siendo principalmente el agua lo requerido, pero también los zumos naturales, las infusiones o los caldos; pueden permitir que la hidratación de todo el cuerpo mejore. Sin embargo, es posible que la utilización de geles hidratantes específicamente formulados también sean un apoyo en casos donde se sienta que el consumo de agua es el adecuado.

Las prendas de vestir y la hidratación

La hidratación de la zona íntima está también relacionada con las prendas de vestir que se usan, y no solo la ropa interior, sino en general.

Y es que mientras las prendas sean más ajustadas, mayor calor, mayor sudoración y mayor posibilidad de rozaduras existen. Es por eso que la ropa ajustada está asociada a sensaciones de irritación tras largos periodos de uso.

De la misma manera es importante reconocer que las prendas hechas con materiales sintéticos son las que más se asocia con irritación, molestias e infecciones, ya que potencian esa sensación de sequedad.

La salud hormonal

Un factor preponderante cuando se habla tanto de hidratación vaginal como de salud íntima en general es la salud hormonal. Esto puede tener sentido tanto en caso de enfermedades o padecimientos preexistentes, como también por la cantidad de factores psicológicos y externos a los que se está expuesta cada día.

Por ejemplo, una alimentación inadecuada, un consumo excesivo de alcohol y tabaco o someterse a muchas situaciones de estrés o ansiedad, se relacionan directamente con desequilibrios hormonales y la salud íntima casi siempre se va a ver perjudicada.

Por eso, mantener a raya los malos hábitos asociados a lo mencionado antes puede marcar un precedente en lo que a sensaciones de hidratación insuficiente se refiere.

Ver problemas de origen

A veces, un gel no será suficiente a largo plazo, aunque sí como un recurso válido para situaciones puntuales, ya que no generan dependencia ni efectos secundarios.

En esos casos, la mayoría de las veces tiene que ver con que la falta de hidratación, lubricación o condiciones normales de la zona íntima no son el problema, sino una consecuencia de una enfermedad o condición de base. Detectarla y tratarla adecuadamente puede, entonces, mejorar esa consecuencia de deshidratación.