La concentración de Boca de Huérgano enfrenta a 2 asociaciones de vecinos

Dieciséis años después del inicio del proceso para la concentración parcelaria en Boca de Huérgano, la situación sigue en suspenso ante la división de los vecinos. En estos días se ha creado la Asociación de Propietarios Rurales de Boca de Huérgano, desde la que se exige que la Junta que concluya y ejecute con «la mayor de las urgencias» la concentración parcelaria en el municipio. 

«Esta asociación cuenta con el respaldo y apoyo de más de 300 personas que se ven gravemente perjudicadas por la paralización de la concentración. Igualmente varias juntas vecinales están asociadas pues sus derechos como propietarias de terrenos se ven claramente perjudicados por la falta de conclusión de la ejecución de la concentración», señala el colectivo en un comunicado remitido ayer, en el que recuerda que la concentración parcelaria fue solicitada en el año 2000 por los propietarios de la zona de Boca Huérgano y que nunca se ha llegado a ejecutar ya que por defectos en la tramitación se han presentado algunos recursos. No obstante, según la asociación, los «perjuicios» para la inmensa mayoría de los propietarios provienen por la paralización de la concentración, ya que no pueden disponer ni administrar adecuadamente de sus parcelas. «Ello supone una parálisis económica gravísima. El hecho de que haya habido algún defecto en la tramitación, o algún error en alguna parcela concreta, no puede impedir que se finalice el procedimiento, pues los perjuicios que causa su no ejecución durante tantos años es mucho más grave que los perjuicios concretos que algunos propietarios han podido», arguyen.

Contra el proceso

Por otro lado, más de un centenar de afectados por la concentración han creado una asociación denominada El Roblo y han presentado medio centenar de recursos ante Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León para exigir la paralización definitiva de la concentración. Denuncian que la reparcelación se modifica con el plan urbanístico de San Glorio, efectuado por la Diputación en 2006.

Según recuerdan, en noviembre de 2008 presentaron un escrito, avalado por más de 400 firmas, solicitando que se resolviesen los recursos presentados en 2007. También señalan que varios años más tarde el Procurador del Común instó a la Junta subsanar las deficiencias y terminar el proceso de la concentración. En una denuncia posterior, representantes de las juntas vecinales y propietarios coincidieron en señalar que la concentración se había convertido en una «mera especulación urbanística», ya que tierras y parcelas «que no valían casi nada pasaron a pagarse entre 50 y 120 euros el metro cuadrado como consecuencia del proyecto de la estación de esquí de San Glorio».

Además, recuerdan que la concentración hace un reparto de las mejoras de las parcelas a un grupo en concreto de familias perjudicando al resto que les quitan lo urbano y se lo dan en el monte.

Fuente: diariodeleon.es

Fotografía: Boca d Huérgano