El fin de la temporada de caza dispara el abandono de perros
Con el final el pasado domingo de la temporada de caza menor en Castilla y León, los distintos albergues de animales y protectoras repartidos por toda la provincia sufren un desagradable incremento de actividad como consecuencia del masivo abandono de perros.
Durante los meses de enero y febrero se recogen hasta el 50 por ciento de los perros que se abandonan durante todo el año, la mayoría de ellos de caza. Un porcentaje que supera incluso a los meses de verano, hasta ahora la época del año en la que más abandonos se registraban. «Es una cuestión cultural, cuando una escopeta se estropea y no sirve se tira, pues lo mismo ocurre con los perros, cuando ya no cumplen con su cometido se abandonan o, en peor de los casos, se sacrifican», comenta la responsable del albergue de Sahagún, que desde enero ya han recogido siete perros, el último un seter el pasado domingo. En sus instalaciones dan cobijo a 28 perros, y tienen otros 32 repartidos en distintas casas de acogidas esperando a ser adoptados. «Cada año hay más abandonos, porque como saben de la existencia de los albergues no hay tantos sacrificios», comenta.
De todos modos, la triste estampa de perros ahorcados, lo que en los pueblos se conoce como ‘poner la corbata’, tirados a pozos o directamente muertos a palos, se sigue produciendo en el área rural. «Los albergues somos el parche del problema, la solución está en las instituciones y en su obligación de hacer cumplir las leyes y penalizar a los que abandonan o maltratan a los animales», sentencia Mónica, la responsable del albergue de Sahagún.
Otra de las zonas de la provincia donde más abandonos se registra es en Astorga y La Bañeza. Precisamente ayer, la perrera de Astorga (Apada) recogió a una perra joven galgo de la zona de Maragatería para la que buscan un hogar. «Muchos de los perros proceden de Galicia y son abandonados porque sus dueños consideran que ya no sirven para cazar», comenta Bea, responsable de esta perrera.
A pesar de que muchos de estos animales tienen microchip, es muy difícil localizar a sus dueños y hacerles responsables de su abandono, ya que denunciar y llevar a juicio a estas personas implica un gasto para las protectoras, para que en la mayor parte de las veces «salgan de rositas» y aleguen que el animal se escapó.
Por su parte, Pabycap, protectora de la zona de La Bañeza, que llevan recogidos desde enero nueve perros de caza, de los 17 que tiene en sus instalaciones, denuncia el mal estado en el que aparecen estos perros. «Vienen destrozados y llenos de parásitos», denuncia Mariví Amado, que explica que una vez recogidos se les desparasitan, se les vacunan y se les pone un microchip, antes de ofrecerlos en adopción.
Fuente: Maria Carnero , diariodeleon.es
Fotografía: Animales abandonados , huntingbox.es
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