Cantabria rechaza una carretera entre Pandetrave y Fuente Dé que exigen los ayuntamientos leoneses del parque nacional

Cantabria evita el trazado de una carretera alternativa a la de San Glorio por el urogallo.

El plan especial de protección para esta especie del Gobierno cántabro frustra el proyecto leonés.

El alcalde de Posada de Valdeón, Tomás Alonso, insiste en la importancia que tiene para impulsar el desarrollo de la vertiente leonesa del Parque Nacional de Picos de Europa la construcción de la carretera entre el puerto de Pandetrave y Fuente Dé. Después de contar con el apoyo de la Junta de Castilla y León para iniciar los estudios de esta vía de doce kilómetros con la que, por ejemplo, los vecinos de Posada de Valdeón evitarían tener que recorrer los casi cien que les separa de Fuente Dé por el puerto de San Glorio, el proyecto se dio de bruces que el Plan de Recuperación del Urogallo impulsado por el Gobierno de Cantabria que incluye el tramo del parque nacional de su territorio por el transcurriría parte del trazado.

El alcalde leonés no pierde la esperanza de que se construya esta carretera que sería tan importante para la zona, sobre todo en invierno, cuando San Glorio se cubre de nieve y se hace intransitable. «He solicitado una reunión con los responsables del Gobierno de Cantabria para explicarles los beneficios que supondría esta vía de comunicación entre ambas comunidades», explica el alcalde popular, que además insiste en el que escaso impacto medio ambiental que supondría ya que el trazado discurre por una antigua pista forestal.

En Cantabria, al igual que en el resto de la cordillera Cantábrica, se ha producido una fuerte regresión de la especie desde el año 1982 hasta la actualidad, pasando de los cerca de veinte localizados en la década de los años ochenta, a los cuatro ejemplares contabilizados en todo su territorio en 2013. Estos cuatro ejemplares, según datos del programa Life Plus, están repartidos en tres sectores, Camaleño-Vega de Liébana, Polaciones y Tresviso, separados entre sí por varias decenas de kilómetros. En los últimos años se han detectado hembras de urogallo fuera de las áreas habituales de campeo, como Saja y Cabezón de Liébana, que atiende a un patrón de dispersión propio de la especie cuando los parámetros poblacionales se encuentran en niveles muy bajos. Por lo tanto, la población de urogallo en Cantabria ha ido desapareciendo de este a oeste, quedando recluida prácticamente al entorno del Parque Nacional de Picos de Europa, donde a penas hay indicios de la especie en estos últimos años, sobre todo por la superpoblación de jabalíes y de lobos, principales depredadores de esta especie. A pesar de ello, Cantabria quiere proteger especialmente la zona con este plan de la recuperación de esta especie emblemática.

Fuente: diariodeleon.es , Maria Carnero

Fotografía: Javier