"Rabia e impotencia" hoy en el segundo aniversario del Pozo Emilio del Valle (León) donde murieron 6 mineros

Hoy se cumplen 2 años del accidente en el Pozo Emilio del Valle (León) donde murieron 6 mineros.

Este miércoles se cumplen dos años del fatal accidente que se cobró la vida de seis hombres en las instalaciones de Tabliza, en el Pozo Emilio del Valle propiedad de la minera Hullera Vasco-Leonesa.

Dos años después, las heridas no han cerrado. La falta de respuestas, las dudas, marcan el día a día de seis familias que siguen preguntándose si el accidente podría haberse evitado. Carlos Pérez, Manuel Moure, Antonio Blanco, Orlando González, José Luis Arias y Roberto Álvarez fallecían el 28 de octubre de 2013, una fecha que se ha quedado grabada en la memoria de toda una comarca y de toda la familia minera. Horas de incertidumbre y de miedo que dieron paso al dolor por la pérdida de seis hombres, de seis mineros con familias cuyas vidas han quedado rotas.

Para la familia de Orlando González este segundo aniversario sigue unido a un profundo dolor. Su hermano, José Manuel González, asegura que a la pérdida se une la decepción «estamos algo quemados, sabemos que es un proceso legal largo, pero lo que nos duele es que los mismos que hace dos años a la puerta del pozo me abrazaban y decían ‘lo que te haga falta’, ahora te niegan a la hora de declarar, antes había deficiencias y ahora en el juzgado dicen que estaba todo perfecto». Una decepción que, recalca, no es con todos los compañeros, solo con unos concretos que no han cumplido su palabra, del resto si ha recibido apoyo. José Manuel no espera que la justicia «haga milagros», pero si quiere que se digan las cosas tal y como son. Para la cuñada de Orlando, Pili Álvarez, este segundo aniversario se vive «con rabia e impotencia porque no sabemos nada». Así, indicaba que «se les va a hacer un homenaje el día 28 por parte de su sindicato, concretamente USO, el miércoles a las 12 una ofrenda floral en donde pusieron la placa y una poesía y por la tarde un partido de fútbol en Ciñera, no vamos a ir, jamás nos han llamado desde el partido de fútbol del año pasado». Entiende que «ahora se preocupan de querer dar una buena imagen, yo creo que eso se lo tienen que ganar día a día y no sólo en el aniversario para quedar bien». La familia de Orlando celebrada el miércoles a las siete de la tarde una misa funeral en La Pola para honrar su memorara.

Itziar Ríos Rivas, viuda de José Luis Arias, se derrumba al hablar del accidente, no encuentra palabras para describir el dolor. «Sigo esperando que entre por la puerta», señalaba. La falta de respuestas se suma al dolor por la pérdida de su marido, y solo quiere que se sepa la verdad y que se haga justicia. «Queremos saber la verdad, por aquí dicen una cosa y en el juzgado otra, queremos justicia y la verdad», señala recordando que antes del accidente ya había habido problemas en esa zona, y sin entender porqué les mandaron entrar al pozo sabiendo como estaba.

Además de los seis fallecidos, otros cinco mineros resultaron heridos hace ahora dos años. La cosa no ha sido fácil para ellos, ni entonces ni ahora. La familia de uno de los heridos manifestaba que lo importante es «que no se olvide lo que pasó». Ellos siguen aquí, pero la proximidad de la fecha del aniversario, unido a las declaraciones en el juzgado durante los últimos días por el proceso para esclarecer las causas del suceso hace que «no sea fácil». Un proceso legal complicado, del que esperan celeridad, es ahora el telón de fondo de esta tragedia minera. Siguen pendientes de la actualidad de la mina, de la empresa, de los eres, del proceso legal, pero los familiares confiesan que no han podido volver a las explotaciones mineras después del accidente.

El 28 de octubre de 2013 comenzó como un día más de trabajo en las explotaciones de la Hullera Vasco-Leonesa, sin embargo esta fecha terminaría ingresando en la historia más negra de la minería. El macizo séptimo se quedó con las vidas de seis hombres que fallecieron a consecuencia de un escape de grisú. Las alarmas saltaban entorno a las 13:30 horas, y poco a poco la noticia se extendía por toda la comarca.

Miedo, mucho miedo, de saber algo y de no saber nada. Incertidumbre que terminó poco después tras conocerse los nombres y apellidos de los seis fallecidos y de los cinco heridos atrapados por un enemigo invisible, el grisú. La misma tierra, cuyas entrañas han dado tanto a la comarca durante décadas, se cobró un precio demasiado alto. Dos años después las familias siguen pidiendo respuestas, siguen buscando la verdad de lo sucedido y el porqué.

Fuente: La Nueva Cronica

Fotografías: Archivos