Sabero lucha por conseguir convenios de Transición Justa de la minería
Sabero lucha por conseguir convenios de Transición Justa de la minería.
El Alcalde, Francisco García, inicia una batería de medidas para exigir al Gobierno y a la Unión Europea ayudas para la cuenca minera del Valle de Sabero.
En pie de guerra...
El Ayuntamiento de Sabero anunció esta semana "no comprender ni compartir" la grave decisión del Ministerio para la Transición Ecológica por la que el municipio minero ha quedado inicialmente excluido de las zonas de transición justa en la provincia de León.
Una decisión que supone en la práctica quedar fuera de los planes y las ayudas previstas para aquellos municipios que han sufrido las consecuencias de la mal llamada reconversión minera, que en este caso afecta a las cuencas mineras de la Montaña Oriental, principalmente Sabero, Cistierna y Valderrueda.
El alcalde de Sabero, Francisco Javier García, anuncia que lleva varios meses luchando por que su municipio sea incluido en los convenios de la transición justa, valorando que se trata del "último tren" para el valle minero.
"Quieren privar de la última oportunidad de desarrollo a uno de los municipios mineros más importantes de la Comunidad, el primero que vio como su gran empresa minera cerraba a principios de los años noventa iniciándose con ello la reconversión del sector".
La vinculación de Sabero a la industria del carbón se remonta a mediados del siglo XIX, con la primera explotación importante de la provincia, la Mina Sucesiva, que suministraba el combustible necesario para los hornos altos de la Ferrería de San Blas, primera industria siderúrgica moderna de España.
De esta experiencia siderúrgica fracasada surgió una potente industria minera, que durante siglo y medio bulló de actividad, con decenas de explotaciones, grandes sociedades, miles de trabajadores y millones de toneladas de carbón puestas al servicio de la prosperidad del país. Todo ello con un alto precio pagado en forma de centenares de obreros muertos en accidente o a consecuencia de la terrible silicosis y un entorno natural degradado para siempre.
En el año 1991 la reordenación minera impuesta desde la Unión Europea se cebó especialmente con el Valle de Sabero y la Montaña Oriental, provocando el cierre de la empresa Hulleras de Sabero y dejando en el aire más de mil empleos directos e indirectos.
Los esfuerzos reindustrializadores desde entonces apenas han paliado los efectos dramáticos de aquel precipitado cierre.
Según el regidor saberense, "la transición para la primera gran cuenca minera de León, la de Sabero, no ha sido efectiva ni justa, y como consecuencia de ello el municipio sufre una pérdida de población cercana al 60 por ciento, una pirámide de edad invertida, una disminución alarmante de servicios y un déficit de infraestructuras que hacen imposible revertir la situación sin un plan de actuación urgente".
"No entendemos, agrega García, que se quiera dejar al municipio fuera de los nuevos planes del gobierno cuando más lo necesita". "Sabero siempre ha formado parte del reducido grupo de municipios catalogado como muy mineros".
El alcalde lucha, de esta forma, para que el Gobierno rectifique esta postura, y anuncia que ya cuenta con el apoyo de la Junta de Castilla y León, la Asociación Regional de Municipios Mineros, la Asociación de Comarcas Mineras (Acom) y los sindicatos mineros.
Fuente: Manuel Castro
Fotografía: Minería en Sabero - Manuel Castro