BTT Valdeburón 2019, tres municipios unidos por el deporte de Montaña

BTT Valdeburón 2019, tres municipios unidos por el deporte de Montaña.

La espectacular crónica de la VII edición celebrada el pasado sábado, desde el punto de vista de David Rodríguez Montero...

Me encantan las grandes ideas y sobre todo me encantan que estas sean geniales. Hace 7 años surgió la idea de organizar una marcha de MTB por las tierras del Valle de Valdeburón allá por la Montaña Oriental Leonesa. Una idea brillante puesta en marcha por personas estupendas. El sábado este bonito proyecto cumplió 7 años y poco a poco va consolidándose en el calendario de los amantes del MTB. Quien conoce esta carrera y ya ha hecho varias ediciones sabe que posiblemente sea la marcha más bonita que se puede realizar. El entorno lo dice todo. No hay palabras para describirlo. Y el pacto con los dioses de la lluvia y el viento para que en cada edición salga un día perfecto está en pleno vigor... ¡¡vaya día nos salió!!. Dicho esto voy a contaros lo que ha sido para mí esta séptima edición. Este año tocaba volver a encarrilar un viaje de casi 1000 km ida y vuelta con unas 10 horas al volante para disfrutar de lo que más me gusta hacer. Viaje muy largo y muy cansado, pero como siempre… mereció la pena…

Podría contaros como hago todos los años los detalles del recorrido. Cada subida, cada bajada, cada sombra del bosque y cada piedra en el camino. Este año lo voy a resumir un poco más.

La carrera un año más comenzaba de forma solemne bajo un manto de niebla. Allá las Autoridades de la montaña cortaban la cinta para inaugurar la marcha y allá sonaban las campanas de la iglesia de Burón para dar la bienvenida al pistoletazo de salida. Esta puesta en escena con el redoblar de campanas estuvo genial. Tras la cuenta atrás entonada por Juanjo partíamos a la batalla…unos 170 ciclistas desfilábamos por las calles de Burón para muy cerca del pantano de Riaño comenzar la colosal subida hacia el “Pico Burín”. Tremendas rampas de hasta el 18 y 20% que aumentaban la pulsaciones y el aliento hasta prácticamente nuestro limite. Para mí la subida más dura de todo el recorrido, posiblemente por su prontitud.

Una vez coronada la cima bajamos a toda velocidad camino del Valle de San Pelayo en un tramo precioso, y saludando al fin a los primeros rayos de sol de la mañana. Al final del camino desvío a la derecha y ascensión al “Puerto de Lloradas”. Durísimo puerto de montaña con curvas imposibles y rectas eternas. Bajada muy peligrosa y entrada a una de mis zonas favoritas…el bosque que nos lleva hasta Acebedo. Una vez allí y tras recargar energías seguimos camino hasta Maraña por los prados de ”Cosalines”. Dureza extrema para las “patas” con una rampas finales por los prados que nos hacen echar el pie a tierra. Bajada hacia Maraña con bastante tiento, nueva recarga de energías con el cariñoso saludo de mi amiga Maria y vuelta a la carga camino del Valle de Riosol. Aquí ya notamos mucho la fatiga y aún nos quedan subidas muy duras que afrontar.

Al fin llegamos a la carretera para empezar a bajar cómodamente y aliviar cargas musculares e incluso calambres para nuevamente allá en La Uña, con mi prima Laura dándome ánimos como todos los años,  empezar la ascensión del “cuestón eterno” del depósito de agua que nos lleva entre un pequeño bosque a los prados de “Carcedo” en la localidad de Polvoredo. Nueva crisis de “patas cansadas”. Como todos los años allí nos esperaba nuestro buen amigo Manolo con su cámara de fotos para fotografiar este espectacular desafío con la preciosa “Peña Ten” al fondo. Desde aquí y tras una pequeña parada para saludarle nos lanzamos camino de Polvoredo por un camino empedrado y rápido hasta llegar al inicio de la ascensión al monte más mágico de la zona. Allí nos esperaba “Monte Ranedo” y sus hayas y robles para saludarnos un año más. Monte de cuento de hadas….Bajada muy , muy espectacular no apta para cobardes con salida a mi queridísimo Lario donde llegamos muy cansados pero con la satisfacción de tener una nueva BTT de Valdeburón casi, casi en nuestra mano…

Y así fue tras rodar por las alfombras verdes de “las Mesas” y Liegos para acabar entrando en Burón con mi gran amigo Alvaro soñando con volver en 2020 para volver a disfrutar de algo más que una marcha de MTB.

Ya con la medalla conmemorativa al cuello y entrando en la zona de boxes, llegó el descanso y el relax disfrutando junto a todos los ciclistas y muchísima gente de la montaña de una estupenda paella regada con unas buenas cañas de cerveza y una estupenda compañía bañados por el sol de nuestra tierra. Y ya después de comer impresionante sorteo de regalos que lo dice todo sobre la generosidad de toda la gente involucrada…¡¡muchas gracias!!

*Cada año le decido mi BTT a alguien. Este año no va para nadie en particular, este año se la quiero dedicar a los Pueblos. Para mí es un orgullo ver cómo la gente de la Administracion de la montaña lucha por ella, para mí es un orgullo ver como sus gentes luchan por ella y para mi es todo un orgullo ver como personas como Juan Diez y su monumental equipo de voluntarios luchan por ella realizando y trabajando muy duro por sacar adelante ideas como esta. Conseguir una BTT cada vez mejor, conseguir que cada año se mejore el éxito del año anterior lo dice todo. Un millón de gracias a los Pueblos por acogernos como lo hacen. Luchemos todos juntos por ellos. Debemos visitarlos y empaparnos de su esencia y de su poderosa naturaleza. De eso depende su futuro y posiblemente también el nuestro como seres humanos. Os animo a que visitéis o sigáis visitando la zona, sus alojamientos, sus bares y restaurantes, sus comercios, sus negocios, sus rincones…¡¡SUS MONTAÑAS!!*

Ha sido un fin de semana de BTT, de naturaleza y amistad de auténtico lujo rematada con un almuerzo digno de 3 estrellas Michelin en casa de nuestro amigo Daniel Puerta. Muchas gracias por el almuerzo y la mañana del domingo tan agradable que pasamos.

Finalizo dando las gracias a todos los voluntarios de esta edición y a Juanito como responsable máximo de todo eso. A los Ayuntamientos de Burón, de Acebedo y de Maraña y a su extraordinaria vecindad. Gracias, gracias, gracias y hasta el año que viene

¡Que viva el ciclismo y que viva el Valle de Valdeburón!

Fuente: David Rodriguez Montero

Fotografía: David Rodriguez Montero