Sí, el mundo cambia con la llegada de tus hijos

Pocos momentos viviremos a lo largo de nuestra vida que nos llenen de tanta satisfacción, orgullo y felicidad como aquellos que nos ofrecen de forma totalmente gratuita y desinteresada nuestros propios hijos. Ellos, en su inocencia, no son en absoluto conscientes de que están siendo constantemente observados por sus padres, aunque estos estén frente a un ordenador, preparando el almuerzo o contestando una llamada de teléfono.

En el momento en que un hijo viene al mundo a ofrecernos su compañía, una parte del cerebro de sus padres parece independizarse del resto de su cabeza para dedicarse en exclusiva a atender a todas y cada una de sus necesidades, ofreciéndoles protección, seguridad, calor, tranquilidad, felicidad… efectivamente el mundo cambia, nuestro mundo, que a partir de ahora será exclusivamente por y para ellos.

El primer detalle que solemos tener con nuestros propios hijos es el del abrazo materno o paterno, el contacto piel con piel para que inicie el reconocimiento de este mundo sabiéndose protegido y en buenas manos.

Sin embargo, si es el hijo de otra persona, de un familiar o de un amigo, solemos hacer regalos destinados al cuidado de los bebés, como por ejemplo la canastilla para bebé en Cocholate, una tienda online especializada en ropa y regalos para bebés que se posiciona como la proveedora ideal de regalos para las mamás, pues todas necesitan de productos de calidad con los que comenzar a dar los cuidados y mimos que necesitan sus pequeños retoños.

Los niños crecen

La alegría de los primeros días, la extraña sensación que recibimos al contemplar a estas extrañas criaturas que tanto amamos, que nos mueven todo un mundo interior, que nos cambia y transforma convirtiéndonos en los guardianes y proveedores, en protectores con superpoderes que poco o nada tienen que envidiar a los de las películas de Marvel, se va asentando en nosotros, y vamos asimilando que necesitan un espacio donde poder vivir y desarrollarse, con elementos y objetos que les hagan su crecimiento más sencillo y agradable, un mundo más confortable y a su medida.

Los padres, como decimos, adquieren una especie de sexto sentido que bien podría compararse con cualquier superpoder de cualquier personaje de ficción de la gran pantalla. Sentimos si algo no va bien en el cuerpo de nuestro pequeño, si su respiración es más acelerada o tiene demasiados mocos, si el silencio se hace demasiado prolongado o el ruido es excesivo.

A medida que van creciendo, la sensibilidad aumenta en la misma proporción que crece el temor o su independencia. Creemos que se van a estar cayendo todo el tiempo, nos paraliza cualquier esquina u objeto puntiagudo, elegimos los juguetes priorizando el riesgo que pueda suponer para su integridad física, y aún con todo esto en mente no debemos interferir en su desarrollo normal. Deberemos dejar que se caigan y lloren, pues cada vez que se caen o tropiezan su cerebro aumenta un grado su propia capacidad para defenderse y protegerse, capacitándose cada vez más para su futura independencia.

Nuestros temores llegan a las más altas cotas cuando hay que elegir bicicleta para niños, pues a todos les llega el momento en que quieren montar estas máquinas, correr como el viento y ser los protagonistas de mil y una aventuras sobre sus “motos a pedales”. A la edad de cinco años ya están pidiendo su propia bicicleta infantil, y es esta la edad ideal para que comiencen a practicar el pedaleo, vayan ganando en equilibrio y controlando u propia fuerza y resistencia.

Como padres no podemos negarle esta “máquina de la felicidad”, pero sí que tenemos que tener en cuenta elementos como la calidad de los materiales, la edad y el peso de nuestros hijos, el tipo de neumáticos y otros elementos para acertar con la mejor bicicleta para nuestros pequeños ciclistas.

La elección de la ropa para nuestros pequeños reyes

Aunque todos y cada uno de los objetos que tengan relación con nuestros hijos serán evaluados con el máximo rigor, es la elección de la ropa la que más tiempo y dedicación va a necesitar de nosotros mismos, ya que está en contacto directo con su cuerpo y es lo que le va a procurar sensación de confort mientras no pueda hablar o decidir por sí mismo.

Por eso los consejos que debemos seguir para elegir con acierto la ropa para nuestros bebés o durante su etapa infantil priorizan su comodidad y protección frente a la estética o el precio, aunque, si buscamos en internet, con toda seguridad encontraremos tiendas online que compartan estos tres factores excelentemente. Por ejemplo, en dyley encontramos unas fabulosas Ofertas de verano en ropa bebe y infantil donde se combina la ropa transpirable y fresca, ideal para los meses de calor, con un diseño realmente atractivo y a la moda, y al mejor precio posible.

En las prendas que elijamos para nuestros bebés debemos tener en cuenta que sus broches sean metálicos, de esta forma evitaremos que se derritan al plancharlos y además será más fácil para quitarlos, sobre todo en el pantalón, pues no son pocas las veces que tendremos que hacerlo para cambiarle el pañal.

Se debe evitar que los tejidos sean duros y de lanas que suelten pelusas, lo mejor es que sean 100% algodón y siempre a su medida. En este sentido, la tienda online especializada en ropitas para bebés y niños hasta 12 años tiene una web en la que podrás encontrar fabulosos diseños divididos en categorías por edades, haz clic aquí para tener más información de lo que la tienda caperukids tiene para ti y para tus hijos.

Recuerda que al elegir las ropas para los más pequeños de la casa debemos evitar que en la cintura lleven cremalleras y botones, sobre todo en los recién nacidos, las elásticas para ellos es lo mejor y las cinturas regulables para cuando sean un poco más mayores.

No está de más pensar en los hermanos pequeños al comprar las prendas, pues con toda seguridad los que van detrás los usarán, por lo que es interesante fijarnos en su calidad para que puedan resistir hasta su segundo e incluso triple uso.

Cuando son bebés es preferible vestirlos con los peleles, pijamas y pantalones con los pies incluidos. También es mejor un body a una camiseta, sobre todo en invierno.

En cuanto a los zapatos, cómodos y blanditos para los bebés y sin cordones para los que ya comienzan a andar, mejor con velcro para que puedan aprender a colocárselos y quitárselos por ellos mismos.

Fuente: Diario de Valderrueda

Fotografía: archivos