Gran homenaje en Morgovejo a María Ascención Rodríguez por su 100 cumpleaños
Gran homenaje en Morgovejo a María Ascención Rodríguez por su 100 cumpleaños.
Flores, una placa conmemorativa, merienda, misa y mucho más rodeado de familiares, amigos y vecinos...
100 años y sumando...
María Ascención Rodríguez Escanciado nacía en Morgovejo, en una casa de campo, el 29 de mayo de 1919 y ayer cumplía nada menos que 100 años.
Una gran fiesta de homenaje en su localidad natal, Morgovejo, en plena Montaña Oriental Leonesa, y rodeada de amigos y familiares, hacía disfrutar a la mujer más anciana del pueblo en la jornada de ayer.
Por la mañana se celebró una misa en su honor para dar paso a la comida con sus más allegados. Ya por la tarde, el pueblo la obsequió con una placa de reconocimiento y una merienda en el Bar Pumarin de la localidad, donde se dieron cita vecinos, familiares y amigos para compartir este precioso momento con ella.
Ascensión Rodríguez nació en el seno de una humilde familia y es la mayor de cuatro hermanos (ella y tres varones).
Se casó a los 25 años con Gregorio Del Blanco de Castro, también natural de Morgovejo, que falleció con 77 años, por lo que actualmente lleva 25 años viuda.
La mujer homenajeada tuvo cinco hijos y tiene una nieta, además, está apunto de se bisabuela.
Ascensión, en palabra de su familiares, se ha dedicado toda la vida a criar a sus cinco hijos y a cuidar de los suyos mientras su marido trabajaba en mina Auroras.
También se dedicó a la ganadería, puesto que contaba con varias ovejas, así como vacas y gallinas, además de trabajar la tierra, de donde obtenía patatas.
Actualmente sigue viviendo en Morgovejo con uno de sus hijos, Manuel del Blanco Rodríguez, y como curiosidad a sus 100 años sigue votando siempre aunque lo hace por correo.
Ayer, su hermano sacerdote Jesús Rodríguez Escanciado (de casi 92 años) la dedicó una poesía escrita por él que pudo leer en la misa que él mismo ofició en la iglesia de la localidad.
Todo un homenaje para una persona muy querida en su pueblo, que espera verla con esa vitalidad muchos años más.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Sara Barbero González
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